El póker es rey en los casinos de todo el mundo y con el revolucionario advenimiento de Internet hoy podemos jugar al póker online desde casa. Lo cierto es que donde exista un ordenador con acceso a Internet o un grupo de amigos con una baraja de 52 cartas, es imposible no dejarse atrapar por la hipnotizante magia de este juego.
No hay un solo hilo que nos conduzca a su verdadero origen. Pero al investigar sobre los mitos e historia del póker, resulta bastante innegable que parte de su atractivo reside en el misterio y las leyendas que rodean a todo aquel que le ha amaestrado.
Según diversas fuentes históricas, un origen probable reside en la antigua civilización China, alrededor del año 900 d.C. Muchos coinciden con que el póker fue en un principio un derivado del dominó chino e, incluso, algunas referencias aluden a que el emperador Mu-Tsung jugaba una versión juego que mezclaba el dominó con una baraja de cartas especialmente diseñadas. Una encarnación bastante primeriza del póker, que se diferencia tangencialmente de los casinos físicos populares que hace un siglo ofrecían el juego a las clases más acomodadas, así como torneos y salas para jugar al póker online desde España, como profesional o por diversión, hoy en día.
Otras historias, por otro lado, atribuyen la autoría del póker a los persas. Dicen que nace a partir de su juego denominado “As-Nas”: en este, curiosamente, participan cinco personas con 25 cartas de cinco palos diferentes y el ganador era elegido de acuerdo con una combinación específica de estas.
Mucho de esta historia del juego, sin embargo, se ha perdido a la historia: el mundo de los juegos, el entretenimiento popular y afectos culturales usualmente solo son registrados cuando atañen a las clases superiores. Lo cierto es que, cualquiera que haya sido su origen, su popularidad le hizo sobrevivir hasta sus primeros registros, que datan del siglo XVII, en los cuales se cuenta que marineros persas habrían enseñado a jugar póker a colonos franceses, en Nueva Orleans, allá por el año 1640.
Es a partir de esta fecha que hay que reconocerle a Norteamérica el origen del póker moderno. La primera referencia aparece en un libro de aventuras en el que se lo describe como un juego de 20 cartas y 4 jugadores, jugado por navegantes de barcos de vapor sobre el río Mississippi y Ohio. De cierta manera, el póker y los mitos siempre han ido de la mano, y desde ese momento se cimenta la relación de este juego con el Salvaje Oeste.
En Europa, en cambio, tanto franceses como españoles luchan por atribuirse su origen; inevitablemente, lo único que se sabe es que en la España del siglo XVI existía un juego llamado “Primero”, que podría ser considerado como originador del póker, tal y como lo conocemos hoy. Los franceses, por su parte, se lo atribuyen a su juego llamado “Poque”: un juego basado en el engaño, aunque algunas fuentes atribuyen a este el único propósito de aparentar tener más fuerza que el contrincante y el parecido descansa meramente en el nombre.
Lo cierto es que muchas fuentes otorgan la llegada del póker a estadounidenses afincados en Torrejón de Ardoz, en 1950. El juego se desarrollaba en locales caracterizados por su clandestinidad y sus jugadores usualmente eran de un nivel económico medio-alto. La particularidad para destacar es la baraja de 52 cartas utilizada en ese entonces: este tipo de póker era denominado Five Card Draw Poker o Póker tapado, en el que se reparten cinco cartas tapadas y el resto era ganancia en efectivo, al tener suerte y saber manejarlo apropiadamente.
Desde los años 70, no obstante, se popularizó un póker genuinamente español conocido como Chiribito. Este juego llegó a tener una importancia trascendental en el desarrollo del póker en España, sobre todo en comunidades de Madrid y Valencia, destacando en esta última región las poblaciones de Santa Pola, Elche y Orihuela, donde el juego seguía practicándose en clandestino. En esta época, y por las siguientes épocas, la organización de partidas era fundamental para el sostenimiento de círculos, casinos culturales y casas regionales.
Estos locales prosiguieron en su funcionamiento hasta que, con la aprobación del juego a la llegada del Gobierno socialista en 1982, comienza el decline de estas partidas para darle espacio a los nuevos y legales casinos que pululaban alrededor del territorio español.
España legaliza y regula el póker en Internet en el año 2011. El hito marcado con el reforzamiento de la democracia en 1982 hoy en día es repetido y amplificado por una de las plataformas más democráticas de la historia: el internet. Con la aprobación del juego en línea y la llegada a España de múltiples casinos online, se brinda acceso a muchísima más gente con todo tipo de contextos y motivaciones para jugar al póker online desde casa, debido a que ya no es necesario esconderse ni concurrir a un casino físico para poder jugar en salas, a cualquier hora del día, durante los 365 días del año.
Para comprender el impacto cultural que ha alcanzado este juego, solo basta con ver que se ha creado un vocabulario relacionado con él. Expresiones tan conocidas y usadas como: “cara de póker”, “sacar un as de la manga” o “hacer el farol”, se han convertido en parte de nuestro léxico del día a día. En noviembre de 2022, se da otro paso por regular la publicidad referente al juego online y otros atributos del servicio: desde entonces, el Poker Texas Hold'em se ha impuesto como juego de envite y ha desbancado a casi otro tipo.
Lo cierto es que en España el póker ha sido parte de la historia sociopolítica y cultural, y hoy en día agrega a su currículo el cumplido de volverse viral en la era cibernética.