El jurado de la Audiencia Provincial de Toledo declaró culpable a F.J.I.G. por el asesinato de un joven tras apuñalarlo. El Ministerio Fiscal solicitó 24 años de prisión, aumentando su petición inicial. La acusación pide 25 años, mientras que la defensa aboga por una sanción mínima. Testigos confirmaron la violencia del ataque.
El jurado del juicio que se lleva a cabo en la Audiencia Provincial de Toledo desde el lunes pasado ha emitido un veredicto unánime, declarando culpable de asesinato a F.J.I.G.. Este individuo ha sido juzgado durante estos días por la acusación de haber apuñalado hasta causar la muerte a un joven al salir de un bar en la capital de Castiella-La Mancha.
Considerando el veredicto del jurado, el Ministerio Fiscal ha aumentado su solicitud de prisión de 23 a 24 años. Esto se debe a que los miembros del jurado han determinado, de manera unánime, que existe un ensañamiento en los hechos juzgados.
A pesar de que se han llevado a cabo todas las diligencias y actos requeridos, la magistrada de la Audiencia Provincial ha declarado que los autos están listos para emitir sentencia.
En la audiencia, el acusado, quien ha estado en prisión desde el 13 de marzo de 2023 por este caso, decidió ejercer su derecho a permanecer en silencio. En su declaración final, expresó: "No quiero decir nada".
La acusación particular, por su parte, sostiene su solicitud de una condena de 25 años de prisión. Por otro lado, el abogado defensor del procesado también ha intervenido, pidiendo que la sanción impuesta a su cliente "lo sea en su grado mínimo".
Durante el juicio, uno de los testigos, J.M.G.V., quien acompañó al fallecido toda la noche en los bares y le brindó ayuda después de la agresión, declaró que el acusado atacó a su amigo con un arma "considerable" y lo hizo de una manera y con una "velocidad que no era normal".
Los peritos también confirmaron que las lesiones que presentó X.G.C son compatibles con un arma blanca de un solo filo, la cual causó una hemorragia "muy grave" y afectó a zonas vitales. Asimismo, se constató que de los restos examinados en la bota del acusado se extrajo una mezcla genética de ADN tanto del procesado como de la víctima.
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