El fútbol no para y aún con el agónico triunfo frente al Málaga del pasado fin de semana en la retina, el Albacete Balompié de Alberto González hace las maletas rumbo a tierras asturianas.
Allí, durante la disputa de la jornada 32 en la Liga Hypermotion, le esperará un Real Sporting de Gijón inmerso en una situación realmente delicada. El combinado dirigido por Rubén Albés, que pretendía al inicio de curso ser uno de los candidatos a pelear por estar al menos en el playoff de ascenso, se ubica en la decimotercera posición de la clasificación con 41 puntos, muy lejos de esa zona que te permite soñar con cosas grandes. Además, suma cinco empates consecutivos, alimentando así una mala racha de resultados que preocupa, y mucho, a su afición.
Este escenario provoca que el Sporting se haya visto, en cierto modo, envuelto en otra batalla, la del descenso. Y es que solo tiene un punto más que el propio Albacete, que sabe que ganar en El Molinón-Enrique Castro Quini supondría un paso de gigante en sus aspiraciones por abrir distancias con respecto a los puestos de peligro de la tabla.
En el equipo manchego son plenamente conscientes de que sacar un resultado positivo no será una labor sencilla y, si tenemos en cuenta el choque de la primera vuelta en el Belmonte, que terminó con empate a tres, todo hace presagiar que será un duelo de tú a tú y de lo más ajustado.