El Hospital de Albacete, en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, organizó el "III curso de colgajos microvascularizados para reconstrucción oncológica de cabeza y cuello". Participaron 16 estudiantes que aprendieron técnicas quirúrgicas avanzadas para mejorar la calidad de vida de pacientes oncológicos tras extirpaciones faciales.
El Hospital de Albacete está organizando un curso teórico y práctico de alto nivel a cargo del Servicio de Cirugía Maxilofacial.
El Servicio de Cirugía Maxilofacial, que forma parte de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete y está bajo la dirección del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha llevado a cabo, en conjunto con la Universidad de Castilla-La Mancha, una nueva edición del curso teórico y práctico titulado “III curso de colgajos microvascularizados para reconstrucción oncológica de cabeza y cuello”.
Se ha diseñado una actividad docente que combina teoría y práctica, enfocándose en la adquisición de las habilidades esenciales para obtener los colgajos más importantes utilizados en la reconstrucción microquirúrgica de la cabeza y el cuello.
Esta formación de alta calidad ha sido organizada por los profesionales del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial, un equipo altamente capacitado y dedicado a la enseñanza. Además, han recibido la colaboración como docentes de expertos provenientes de otros hospitales en España e incluso de Italia.
Un grupo de 16 estudiantes, que incluye a cirujanos especialistas maxilofaciales, dos traumatólogos y varios residentes en cirugía maxilofacial, ha tomado parte en el curso. Estos participantes provienen de diferentes ciudades como Málaga, Valencia, Valladolid, Murcia, Madrid y Granada. La formación se ha llevado a cabo en los espacios habilitados por la Facultad de Medicina.
Durante tres jornadas intensas, se lograron varios objetivos específicos. Entre ellos, se destaca la identificación y el manejo de los espacios anatómicos característicos de cada colgajo. Además, los participantes adquirieron autonomía en el reconocimiento de los pedículos vasculares correspondientes a cada colgajo, así como también aprendieron técnicas de osteotomía y la planificación de reconstrucciones tanto simples como complejas.
Arroyo menciona que el propósito principal es “mejorar la calidad de vida del paciente al que le han tenido que extirpar una parte de la cara, o que la ha perdido por un accidente”. Para impartir el curso, se han seleccionado a profesionales que son expertos en este tipo de cirugías, quienes están familiarizados con todas las opciones reconstructivas disponibles para determinar la alternativa más adecuada.
En relación con la relevancia de una formación tan especializada, Susana Arroyo, quien dirige el Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial de la Gerencia de Albacete, ha señalado que “actualmente es fundamental para la calidad de vida del paciente oncológico que se puedan reconstruir de la mejor manera los tejidos que se tienen que extirpar, para reducir las secuelas estéticas y funcionales; para eso es necesario conocer la amplia variedad de posibilidades reconstructivas empleando tejidos de otras zonas del cuerpo”.
En esta tercera edición, la coordinación ha sido llevada a cabo por el departamento de Anatomía Patológica de la Facultad, representado por María del Mar Arroyo. A lo largo del curso, se ha resaltado la dedicación que el profesor Ricardo Insausti, quien falleció recientemente, mostró en todas las ediciones.
La organización realizada en los últimos seis meses ha cobrado vida en este curso, que se ha llevado a cabo durante tres días. En él, los alumnos no solo han recibido teoría, sino que también han tenido la oportunidad de aprender las últimas técnicas quirúrgicas de disección.
El equipo docente estuvo integrado por Susana Arroyo, así como por Constantino González Córcoles, Daniel Pampín Ozán (quien también ocupa el cargo de director del curso), Mario Paños Lorenzo, Jorge Carrasco Mariscal y Laura Sánchez Torres, todos ellos del Servicio de Cirugía Maxilofacial de Albacete. Además, formaron parte del profesorado Paolo Cariaati, procedente del Hospital Universitario Virgen de las Nieves en Granada; Mabel Falguera Uceda, del Hospital Cruz Roja de Córdoba; y Carlos Mezquida Fernández, quien trabaja en el Hospital General Universitario de Valencia.