La consejera Mercedes Gómez presenta un plan de biometanización en Castilla-La Mancha para 2030, que busca valorizar 15,7 millones de toneladas de residuos orgánicos. Se espera generar 8,1 teravatios/hora de gas biometano y más de 1.600 empleos, con una inversión superior a 1.400 millones de euros.
La consejera de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, ha compartido sus proyectos relacionados con el plan de biometanización que se proyecta hasta el año 2030 para la Comunidad Autónoma. Este plan tiene como objetivo principal la valorización de 15,7 millones de toneladas de residuos orgánicos generados en la región.
En el transcurso de una jornada nacional dedicada a este tema, Gómez ha señalado que la clave para valorar estos residuos radica en la implementación de planes de biometano. Actualmente, se está elaborando un decreto que se encuentra en fase de evaluación ambiental y que "va a permitir obtener al menos 8,1 teravatios/hora al año de potencia energética", específicamente en lo que respecta al gas biometano.
Un avance significativo que "va a permitir descarbonizar en primera instancia a las empresas que necesitan en estos momentos de este tipo de gas, teniendo en cuenta que están utilizando un gas no renovable."
Además, se generará un abono orgánico de alta calidad en las plantas, conocido como digestato. Este abono "debe reemplazar a los fertilizantes inorgánicos de nitrógeno que actualmente se emplean en la agricultura y que, en ocasiones, están causando un uso excesivo y, sobre todo, una contaminación de las aguas freáticas".
La consejera destaca la generación de más de 1.600 empleos, basándose en sus estimaciones, lo que conlleva una inversión superior a los 1.400 millones de euros. Para alcanzar este escenario, subraya que "hay que establecer las reglas del juego".