La Guardia Civil en Albacete ha denunciado a cuatro individuos por usar dispositivos de intercomunicación no autorizados durante exámenes para obtener el permiso de conducir clase B. Estos actos, considerados muy graves, conllevan multas y prohibiciones para volver a examinarse, poniendo en riesgo la seguridad vial.
Cuatro actas-denuncias han sido elaboradas por efectivos del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil en Albacete. Estas denuncias se dirigen a tres individuos que residen en la provincia de Albacete y a otro que vive en Álava, todos ellos con edades comprendidas entre los 20 y 43 años. Se les acusa de utilizar dispositivos de intercomunicación no autorizados, los cuales llevaban ocultos, para realizar las pruebas de conocimientos necesarias para obtener el permiso de conducir de la clase B.
En el marco de las actividades de inspección y control realizadas por los agentes del Subsector de Tráfico de Albacete, en colaboración con el personal de la Dirección General de Tráfico, se identificó a cuatro individuos que, en dos aulas diferentes, empleaban dispositivos electrónicos no autorizados. Dos de estas personas fueron sorprendidas en el aula de exámenes de Hellín, mientras que las otras dos lo hicieron en la de Albacete. El objetivo de estos actos era obtener las respuestas correctas para las pruebas teóricas necesarias para conseguir el permiso de conducir de la clase B, según ha comunicado el Instituto Armado en un comunicado oficial.
Entre sus ropas y adheridos a su cuerpo, estas personas escondían unos sistemas electrónicos de grabación y retransmisión de imagen y sonido que eran considerados "sofisticados". Dichos sistemas estaban compuestos por una microcámara, que a simple vista parecía indetectable, así como por receptores e inductores, además de un microauricular que se colocaban en el interior del oído.
Mediante este dispositivo, se lograba establecer contacto con una persona ubicada fuera del aula. Esta persona, a su vez, recibía de manera remota las imágenes del examen. A través de audio, el aspirante obtenía las respuestas a las preguntas que se presentaban en el test del examen.
Gracias a estas acciones, se ha logrado que estas personas no obtengan el apto en la prueba de conocimientos, la cual les permitiría circular con un vehículo a motor. Esto representa un riesgo tanto para la seguridad vial como para los demás conductores y usuarios de las vías. La razón principal es que estas personas carecen de las cualificaciones y aptitudes necesarias que se exigen a cualquier otro conductor que sí apruebe dicho examen.
Las Unidades de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizan un control y vigilancia constante sobre este tipo de exámenes. Esta labor se refleja en la supervisión del desarrollo de dichos exámenes en las diferentes Jefaturas Provinciales de Tráfico en España. Se llevan a cabo actas-denuncias e intervenciones de medios ilícitos.
La modificación de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, que comenzó a aplicarse el 21 de marzo de 2022, clasifica estas infracciones como muy graves. Como consecuencia, se impone una sanción de 500 euros en forma de multa, además de un periodo de seis meses durante el cual no se podrá realizar el examen nuevamente.
Respecto a estos acontecimientos, se han presentado denuncias ante la Jefatura Provincial de Tráfico de Albacete por parte del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) y el Destacamento de Tráfico de Hellín. Estas denuncias se deben a infracciones al artículo 77 de la Ley de Seguridad Vial, relacionadas con el uso de dispositivos de intercomunicación no autorizados en las pruebas para obtener y recuperar permisos, así como otras autorizaciones administrativas para conducir. Además, se ha señalado la colaboración o asistencia mediante el uso de dichos dispositivos ilícitos.
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