El pueblo de Letur, ubicado en Albacete, comienza a experimentar una revitalización en su economía después de más de cien días desde la devastadora dana que afectó a la localidad. Este resurgimiento se debe, en parte, a un llamado al turismo y a las ayudas económicas proporcionadas por diversas instituciones y particulares.
Después de más de dos meses en los que la mayoría de los negocios y alojamientos turísticos permanecieron cerrados, los habitantes de Letur ahora enfrentan el reto de atraer nuevamente a los visitantes que solían ser una fuente vital para la economía del pueblo. Reconocido como uno de los lugares más bellos tanto de la provincia de Albacete como de toda España, Letur sigue inmerso en las labores de reconstrucción mientras lidia con las dificultades para volver a la normalidad en sus vidas.
En la actualidad, Navarro dedica todos sus esfuerzos a revitalizar el sector turístico del pueblo. "Estoy trabajando en funciones de administración y moviendo el turismo porque tenemos que levantar Letur. Ya hemos abierto las viviendas municipales y estoy animando a todos los comerciantes para luchar todos juntos; no podemos permitirnos estar dándole vueltas a lo ocurrido", ha comentado Navarro.
Elena Navarro, quien está al frente de la Oficina de Turismo, ha subrayado los esfuerzos que se están llevando a cabo para mitigar las consecuencias de las inundaciones ocurridas el pasado 29 de octubre. Este desastre devastó parte del casco antiguo y resultó en la pérdida de seis vidas locales. "Ha sido duro y está todavía siendo duro. Además de las pérdidas humanas, las pérdidas materiales, las viviendas, el dolor de sentimiento de pérdida del pueblo ha sido muy duro", expresó Navarro. Sin embargo, añadió que "en Letur somos muy resilientes, muy fuertes y volverá otra vez a funcionar y a ser lo que era". La recuperación de la atracción turística es vista por ella como un aspecto esencial para lograr este objetivo.
Uno de los edificios más perjudicados por la riada fue el que albergaba la Oficina de Turismo, y finalmente se tomará la decisión de demolerlo. "Yo estaba trabajando ahí cuando llegó la dana y pasé unos momentos complicados porque me quedé atrapada," ha rememorado Navarro, quien logró salvarse de ahogarse gracias a la asistencia de uno de sus vecinos.
La responsable ha explicado que el turismo ha experimentado una notable disminución. "Prácticamente fue nulo en los dos primeros meses. Por razones de seguridad, no se permitía el acceso a la gente. Hasta hace un par de semanas, todas las casas rurales y restaurantes estaban cerrados", agregó.
La responsable de Turismo ha expresado su agradecimiento hacia las instituciones y los voluntarios que han colaborado. "Numerosas personas voluntarias han contribuido donando muebles, electrodomésticos e incluso vehículos a particulares. Durante muchos fines de semana, se han llevado a cabo campañas de voluntarios para recuperar senderos y limpiar caminos, así como las rutas más turísticas. Han participado vecinos, amigos de vecinos, desconocidos y asociaciones de senderistas que no solo han aportado económicamente para reponer la señalización de los senderos, sino que también han trabajado físicamente en las labores de limpieza", ha declarado esta letureña. "Es lo mejor; me emociona pensarlo".
TRES MESES DE REHABILITACIÓN
Durante un período de tres meses, se llevó a cabo un proceso intensivo de rehabilitación. Este tiempo fue crucial para lograr una recuperación efectiva y duradera.
Los pacientes experimentaron una transformación significativa en su bienestar físico y mental. Según uno de ellos, “la rehabilitación me dio una nueva perspectiva sobre mi vida”.
El enfoque multidisciplinario del programa incluyó terapias físicas, apoyo psicológico y actividades recreativas. Como resultado, muchos participantes notaron mejoras notables en su calidad de vida.
- Ejercicios físicos: Se realizaron diariamente para fortalecer el cuerpo.
- Terapia psicológica: Ayudó a los individuos a enfrentar sus desafíos emocionales.
- Actividades grupales: Fomentaron la socialización y el apoyo mutuo entre los asistentes.
En conclusión, estos tres meses no solo representaron un periodo de rehabilitación, sino también un viaje hacia la esperanza y la renovación personal.
Durante los últimos tres meses, el alcalde de Letur, Sergio Marín, ha estado completamente dedicado a la rehabilitación del municipio. "El mayor desafío ahora depende de la solución técnica que nos plantee la Confederación Hidrológica del Segura para derivar el agua y evitar que esto vuelva a ocurrir, pero por otro lado tenemos que revitalizar todo el municipio y el casco antiguo y ya hemos comenzado a fomentar el turismo por parte del Ayuntamiento", ha afirmado.
En 2023, este primer edil asumió el cargo a la edad de 28 años, convirtiéndose en uno de los alcaldes más jóvenes de la provincia. Sin embargo, nunca imaginó que tendría que guiar al pueblo durante uno de los capítulos más dolorosos de su historia.
Marin ha expresado: "Cuando te presentas a unas elecciones municipales, considero que el objetivo principal es trabajar por tu pueblo, sin importar las circunstancias que se estén viviendo. La dificultad de compaginar lo profesional, que conlleva la responsabilidad de liderar un municipio, con lo personal ha sido notable. Sin embargo, al final se encuentran fuerzas porque es en esos momentos cuando tus vecinos más necesitan que estés fuerte. Es fundamental pensar en el futuro del pueblo donde has crecido y donde naciste".
En el año 2020, la belleza de Letur cautivó a Martín durante un viaje. "Me sorprendió el paisaje, el clima. Me asombró ver granados salvajes, manzanos, su campo y su entorno. Era como un mercado abierto. Me enamoré. Pensé en jubilarme y venirme aquí. Pero no pude esperar. Dejé el hospital en el que trabajaba y comencé mi vida en este pueblo", ha recordado la guadalajareña.
A pesar de que la retirada de escombros y el restablecimiento de servicios en la localidad ya han concluido, todavía falta tiempo para que Letur retome su vida habitual. Desde 2022, Carmina Martín, quien es originaria de Guadalajara y reside en Letur, se encuentra entre las pocas personas afectadas que no han logrado regresar a su hogar. "Entiendo que se está haciendo la mejor gestión posible", reconoció Martín, "pero ahora es un trabajo más lento y esto nos genera mucha incertidumbre. Hay gente mayor que subir o bajar las pasarelas del pueblo --que dan acceso al casco antiguo-- les cuesta mucho. Esperamos que pronto se pueda ir en coche y que puedan volver a tener una relación social como antes", enfatizó esta vecina.
Un grupo de letureños, que además de haber perdido su hogar, enfrenta en la actualidad las secuelas tanto físicas como psicológicas resultantes de la inundación. Un ejemplo de ello es Laura Álvarez, quien emigró desde Honduras a Letur junto a sus dos hijas y ha dedicado varios años de su vida a trabajar en el pueblo como cuidadora de ancianos.
Desafortunadamente, la vida de Letur para ella se vio alterada por la DANA ocurrida el 29 de octubre. Durante una visita a su hogar, expresó: "La riada abrió puertas, ventanas, volcó armarios. Tengo ropa aún con barro". En su casa, los daños y las humedades siguen siendo evidentes. Las labores de rehabilitación están demorándose más en su vivienda debido a la estrechez de la calle, lo que convierte a esta vecina en una de las pocas que todavía no ha podido regresar a su hogar.
Desde que la dana hizo su aparición, Álvarez ha evitado descender al casco antiguo. "No tengo ganas", ha admitido esta vecina, quien todavía sufre de movilidad reducida debido a las lesiones ocasionadas por la riada. "Además, no nos queda nada allí y bajar a esa zona es muy difícil para mí", ha explicado.
Una de las empresas que ha contribuido con donaciones para las ayudas económicas, fundamentales en los esfuerzos de reconstrucción, fue esta. El director recordó: "Desde un primer momento nos pusimos a disposición para lo que hiciera falta". Además, El Cantero de Letur lanzó una campaña titulada 'Letur Renace' semanas después del evento. Cuervo comentó: "Era un vídeo basado en la esperanza, centrándonos en un niño que nació aquí una semana después de la inundación", y añadió que la reconstrucción "es una carrera de fondo".
Uno de los ocho edificios que han sido completamente demolidos durante el proceso de reconstrucción es la casa de esta vecina. Ahora, ella espera que el turismo regrese para que Letur pueda recuperarse. "Las oportunidades de trabajo están afectando mucho al pueblo, ojalá todo vuelva pronto a ser como antes de la dana. Este sitio me encantaba, teníamos mucho turismo y a la gente le encantaba el lugar. Aquí se vive muy bien", ha comentado Álvarez, quien ha expresado sentirse "muy arropada" por sus vecinas y el Ayuntamiento. "Han estado conmigo y con mis hijas desde un principio, primero ofreciéndome un lugar donde quedarnos y ahora con un alquiler que nos podemos permitir".
Pablo Cuervo, director del Cantero de Letur, lidera una de las empresas más importantes de la localidad. A pesar de que su fábrica de productos lácteos logró escapar de los estragos causados por la dana, el impacto en los empleados fue significativo, dado que la mayoría son oriundos del pueblo. "Tuvimos la mala suerte de que uno de nuestros compañeros y su mujer perdieron la vida en la riada. Fue un desastre a nivel anímico, ha costado mucho reponerse de ese palo", ha precisado Cuervo.