El 9 de noviembre se realizó la trigésima novena ruta de senderismo en Valdeganga, organizada por la Diputación de Albacete. Un grupo de cincuenta senderistas recorrió 12 kilómetros en un recorrido técnico y desafiante, disfrutando de paisajes naturales y culminando con un almuerzo junto al río Júcar.
El pasado sábado, 9 de noviembre, tuvo lugar la trigésima novena ruta en el marco de la XI Edición de las Rutas de Senderismo 2024, organizadas por la Diputación Provincial de Albacete. Esta vez, los participantes recorrieron Valdeganga, situada en la comarca de La Manchuela, a lo largo del río Júcar.
A pesar de que al salir de Albacete la niebla limitaba su visibilidad a escasos metros, al llegar a Valdeganga apenas quedaba un leve rastro. En la Plaza Mayor, frente al Ayuntamiento de Valdeganga, les esperaba Fermín Gómez Sarrión, el alcalde del municipio, quien los acompañaría durante todo el recorrido.
Un grupo de cincuenta senderistas emprendió la ruta conocida como “Las ramblas del Batán y la Rodera”. Este recorrido, que abarca una distancia de doce kilómetros, presenta una dificultad técnica alta y tiene una duración aproximada de cinco horas. La partida estaba programada para las 09.00 horas desde la Plaza Mayor del municipio.
Al iniciar la ruta, los participantes se adentrarían en el municipio, recorriendo sus calles mientras se dirigían hacia el Júcar, siguiendo el antiguo camino romano. Una vez casi a orillas del río, tomarían un sendero a la izquierda, con rumbo a Bolinches. Posteriormente, abandonarían este camino para emprender un ascenso pronunciado por una rambla situada en el cerro Los Meleos. Desde allí, continuarían alternando descensos y ascensos por las ramblas Juanote y La Rodera, hasta finalmente descender por la senda del Batán. Aunque el sol comenzaba a brillar, en las zonas más altas soplaba una brisa fresca.
Principalmente, la vegetación estaba compuesta por pinos, plantas aromáticas, aliagas, boj y esparto. La densidad de esta flora era tal que, al caminar por el sendero, resultaba complicado no perder de vista al compañero que se encontraba adelante, dado que era muy sencillo distraerse.
Descendiendo, irían en busca del río, cuya ubicación se adivinaba por el vibrante bosque de ribera, donde predominaban los chopos y sus hojas exhibían hermosos tonos amarillos. Junto al camino que conduce a Bolinches, se encontrarían al lado del río para disfrutar de un almuerzo sustancioso, ofrecido por el Ayuntamiento.
Optaron por una ruta alternativa, menos frecuentada, que solían seguir las cabras montesas. Este camino se desarrolla a lo largo de la ladera del cerro, con el río Júcar a su derecha. El trayecto presenta ciertas dificultades técnicas, lo que obligaba a tener un cuidado especial debido a las subidas y bajadas intermitentes. Al final, se enfrentaron a un ascenso de aproximadamente cuarenta metros, que resultó ser técnico y algo exigente. Este esfuerzo los llevó al punto más elevado del cerro, situado a 687 metros de altitud, desde donde se pueden disfrutar de impresionantes vistas del valle del Júcar, logrando así superar un desnivel positivo de 406 metros en toda la ruta.
Finalmente, se presentó la ocasión de transitar por llanas sendas, regresando al municipio. Rodeados de pinos y espartos, nos preparamos para enfrentar una de las secciones más desafiantes del recorrido: las subidas y bajadas de diversas ramblas. Entre ellas, la Rambla de Juanote, que tiene forma de “V”, podría considerarse la más complicada.
Recorrerían, en primer lugar, un tramo por la parte más alta, para después descender a través de una rambla hasta volver a conectarse con el camino de Bolinches, justo en el lugar donde se halla la Fuente del Batán. Desde este punto, iniciarían un ascenso por una hermosa rambla, conocida como la del Cerro Batán.
Después de haber cruzado las mencionadas ramblas y con Valdeganga a la vista, el camino los llevó a través de numerosas cuevas. Estas cuevas, que en el pasado se utilizaban para el cultivo de champiñones, ahora son refugios para animales como las cabras montesas. Solo les quedaba tomar un sendero que presentaba varias rampas cortas, pero empinadas, antes de llegar a las escaleras que conducen al Mirador de la Ceja de Valdeganga.
Una hermosa ruta se despliega con el valle del Júcar como su espléndido telón de fondo, ofreciendo un atractivo natural y paisajístico inigualable. Esta iniciativa, que ha ido ganando adeptos con el tiempo, ha demostrado un notable éxito en sus ediciones anteriores, bajo la organización de la Diputación Provincial de Albacete.
Claro, aquí tienes el texto reescrito con las modificaciones solicitadas:
Doble cita
El concepto de doble cita se refiere a la práctica de mencionar dos fuentes diferentes para respaldar un mismo argumento o idea. Esta técnica es común en el ámbito académico y permite fortalecer la validez de una afirmación.
Según Juan Pérez, "la utilización de múltiples referencias puede enriquecer el análisis y proporcionar una visión más completa del tema". Además, María López señala que "citar diversas fuentes no solo aumenta la credibilidad, sino que también invita a los lectores a explorar más allá del texto presentado".
Por lo tanto, incorporar dobles citas en un trabajo puede ser beneficioso para argumentar de manera más sólida y persuasiva. A través de este método, se fomenta un diálogo entre diferentes perspectivas, lo que resulta en un enfoque más equilibrado y fundamentado.
El fin de semana que se aproxima contará con dos eventos importantes. El primero, titulado “Entrebarrancos”, se llevará a cabo el sábado 16 de noviembre en Alcalá del Júcar. Esta prueba circular abarca una distancia de 14 kilómetros, presenta una alta dificultad técnica y tiene una duración aproximada de cuatro horas.
El segundo evento, programado para el domingo, es la ruta “El Picayo- Ruta de las Cascadas y Esculturas”, que tendrá lugar en Bogarra. Al igual que la anterior, esta ruta circular también cubre casi 14 kilómetros, con una dificultad técnica elevada y un tiempo estimado de 3,5 horas.