3ª.- A saco con el trabajo doméstico: Otra peregrina idea (si es que puede llamarse de tal guisa), es la que en la calenturienta mente de “La Sobona”, guisa el decreto que está preparando respecto a las asalariadas/os del trabajo doméstico, y que, a grandes rasgos, exigirá al empleador un protocolo “antiacoso” y formación en riesgos laborales para el trabajo doméstico, y que dará diez meses a los empleadores para aplicar las nuevas obligaciones, precisamente en un momento en que se ha alumbrado el peor dato de afiliación del gremio en la última década, colectivo formado por un 95% de mujeres.
Las nuevas obligaciones, grosso modo, serán: Evaluar los riesgos laborales (los empleadores están obligados a realizar una evaluación de los riesgos laborales asociados al puesto de trabajo. Se pondrá en marcha una herramienta gratuita en el Ministerio de Trabajo para elaborar el diagnóstico); equipos de trabajo adecuados (las empleadas del hogar contarán con equipos de trabajo adecuados para el desempeño de sus funciones. La evaluación de riesgos determinará los trabajos en los que se usarán los equipos); derecho a la formación (las trabajadoras recibirán formación en el momento de su contratación, que pagará el que contrate sus servicios si entraña “riesgos excepcionales”. Se realizará en horario laboral y se compensará con descanso); protección frente a la violencia (La página web del departamento Ministerial publicará un protocolo frente a la violencia y acoso, incluida la sexual y por razón de sexo, identidad, expresión de género e identidad sexual). Y, ¡menos mal!: una obligación para las empleadas: deberán guardar sigilo profesional sobre la información relativa al hogar familiar. O sea, un secreto profesional a todas luces, incluido en la protección de datos. Como siempre, como monotema, a vueltas con el sexo, que pareciera que esta gentuza esté obsesionada con el mismo y legislen siempre poniendo por delante la polla y el coño, tratando de crear un sopicaldo penevulvar, en el que refocilarse la jauría humana y creando nuevos derechos de bragueta, a que se refiere, regularmente, Juan Manuel de Prada.
Tal reforma, como hemos apuntado, llega en un momento crítico de afiliación a la Seguridad Social del colectivo doméstico, ya que el alza de cotizaciones y del salario mínimo ha llevado a la afiliación de estas trabajadoras a su peor dato desde 2.012 y en la última década se han perdido 56.682 puestos de trabajo de empleadas del hogar, casi un 14%, lo que induce a pensar que muchas de estas trabajadoras hayan pasado directamente a la economía sumergida o, en el mejor de los casos, al despido, al no querer o más bien no poder, algunas familias asumir el mayor coste que conlleva el contrato legal de trabajo: subida del salario mínimo interprofesional, la asunción por el empleador de las cotizaciones a la Seguridad Social por desempleo y Fogasa, desde el año 2.022, y los costes adicionales que desde Enero de 2.023 (cotización por contingencias comunes del 28´30%, amén de la nueva cuota adicional del 0´6% en el año pasado y del 0´7% para el presente año, o sea, por el mecanismo de equidad o solidaridad intergeneracional comprometido con Bruselas para pagar las pensiones. Que digo yo, que si esa solidaridad viene impuesta “manu militari”, poco puede y debe hablarse de solidaridad, la cual debe quedar siempre a voluntad del sujeto-ciudadano, de acuerdo con sus principios morales y éticos y sus posibilidades económicas.
En cualquier caso, si el empleador, en realidad y de facto se ha convertido en un empresario, ¿por qué no son deducibles del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, el coste (salario y cotizaciones) que afectan a un contrato laboral doméstico? Quizás, porque la ministra y todo su gremio marxista-leninista-estalinista-comunista, o sea, la ultra izquierda mas radical y criminal, considera que tener una o varias empleadas del hogar es un lujo de poderosas fortunas, y nada más lejos de la realidad, pues este tipo de trabajo se ha extendido ante el desembarco de la mujer en el mundo laboral, necesitando, cualquier familia, incluso, menesterosa, que alguien se haga cargo de los trabajos del hogar, debido, fundamentalmente, a que esas mujeres empoderadas y liberadas, han renunciado a dicho trabajo interno, por ser necesario, en numerosas ocasiones, su salario para poder sobrevivir. Parece mentira que la Ministra, que tan liberal, social y solidaria se declara y muestra y tan defensora, a capa y espada, de los más vulnerables, no ponga el pie en el acelerador hacia este fin, que acabaría con la economía sumergida y sobrevaloraría la dignidad de las empleadas del hogar. Pero, ya sabemos, que la autoridad competente, tiene la sartén por el mango y mangonea hacia su conveniencia, importándole un bledo el ciudadano de a pie y mucho menos el estatus del gremio doméstico.
Más le valiera a la Ministra predicar con el ejemplo y aplicarse a sí misma un protocolo antiacoso, pues se le ponga por delante un tío o una tía (ya sabemos que estos indigentes morales le dan al pelo y a la lana, sin reparo) se abalanza sobre ellos con arrumacos, besos y sobatinas, sin mediar el consentimiento del o la afectada/o. Y si no, que se lo pregunten al Presidente de los Empresarios Sr. Garamendi, que ya lleva unos cuantos achuchones a su espalda, de todo punto de vista intolerables, inaceptables, vergonzosos y cuasi-delictivos.
Estrambote: Para hacer constar que respecto de la proposición señalada como 1ª, en la entrega anterior, en relación con la inclusión de trabajadores y sindicatos en los Consejos de Administración de la Empresa Privada, ya le ha salido por la culata su pretensión, ya que, los propios socios de su Gobierno, PNV y Junts, le han cerrado el paso a este órdago de la interfecta, y le han tumbado la entrada de los sindicatos y trabajadores en los dichos Consejos de Administración, alineándose con el PP y Vox, quedando hecha añicos su pretensión de impulsar la “Democracia en trabajo y los derechos de participación de las personas trabajadoras”, propuesta presentada por su partido Sumar, con el apoyo del PSOE, ERC y Bildu, y para mayor Inri y hacer más grande la herida, fue aprobada una Proposición No de Ley (PNL) presentada por el PP y secundada por Vox y Colición Canaria y rechazada por el PSOE, Sumar, ERC y Bildu, por la que se apremia a “cesar de inmediato con el ataque directo que desde el Gobierno se está realizando contra la empresa privada, que no hace sino generar desconfianza e inseguridad jurídica ahuyentando con ello a los inversores”. Así mismo se solicita al Gobierno “reconocer y poner en valor el papel fundamental, imprescindible e irreemplazable del sector privado como generador de empleo, riqueza y potenciador del crecimiento económico”, así como “recuperar el diálogo social completo entre todos los agentes sociales, con la exigencia de que no se aborden modificaciones del marco regulador del mercado de trabajo, sin contar con el previo acuerdo de los Sindicatos y Patronal”. Como se ve un frenazo de sopetón a la deslenguada Ministra de Trabajo, que tendrá que tragarse su exabrupto, refiriéndose a los empresarios como “esos hombres del puro que están acostumbrados a legislar en la sombra”. Y habría que analizar si tanto ella como su Jefe debieran retractarse y pedir perdón, tal como le exigen al Presidente de la República Argentina, Javier Milei, respecto de su alusión a “calaña” y “corrupta”, refiriéndose al Pseudo-Doctor-Sánchez y al amor de su vida, su esposa Begoña Gómez. Pero esto, será harina de otro costal, ya que la vara de medir es distinta según sea a quien haya que aplicarla.
Albacete 22 de Mayo de 2.024
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