Lo vemos, por ejemplo, con la irrupción de la Inteligencia Artificial. Desde que se popularizara ChatGPT hace poco más de un año muchos marketeros han pasado por un proceso de amenaza que posteriormente se ha ido transformando hacia la aceptación y la adaptación.
No es que la IA vaya a acabar con el marketing digital, sino que hay que saber sacar el máximo partido de esta herramienta. Así, los profesionales del marketing que sí son capaces de adaptarse a estas novedades son los que van a resultar más atractivos para obtener un buen empleo y hacer crecer a las empresas.
Junto con la IA, 2023 trajo consigo otros cambios relevantes en el algoritmo y la SERP de Google, novedades en el metaverso y la perspectiva de un mundo sin cookies. Estas novedades, que responden a la naturaleza cambiante del marketing digital, vienen acompañadas de tendencias que es preciso dominar para lograr mejor reputación online y visibilidad web.
Calidad frente a cantidad en el contenido
Google, el principal buscador en internet en buena parte del mundo, lleva años transitando hacia un funcionamiento más natural, más humano. La última muestra de esa transición son sus core updates, que han dejado claro que el buscador quiere ofrecer respuestas de calidad y fiables a los usuarios.
Esto tranquiliza en gran medida a muchos marketeros, pues todavía la IA a través de herramientas como ChatGPT y otras similares ofrecen refritos poco profundos y nada originales. En este sentido, Google, además de tener en cuenta la autoridad de un dominio para un determinado tema, también valora la experiencia y el nivel de redacción.
A esto hay que sumar la intencionalidad de búsqueda del usuario. El buscador está trabajando en dar la mejor respuesta posible a la intención de búsqueda. Optimizar resultados y filtrarlos de tal modo que el usuario ahorre trabajo con sus búsquedas.
Satisfacer los deseos del cliente y el resultado final
2024 también es el año ideal para sacar el máximo partido de la tecnología y generar mejores experiencias humanas. Las empresas van a buscar personalizar las acciones de marketing y ventas, trabajar la comprensión y empatía humanas y trasladar una imagen de confianza desde la empresa.
Esto es un objetivo esencial debido a que los usuarios demandamos un trato personalizado y exclusivo, respuestas concretas a nuestras necesidades y resultados casi inmediatos. Aquí la data puede ofrecer buenos resultados para concretar los buyer persona y buyer journey.
Por otra parte, este nivel de autoservicio y automatización también se puede lograr a través de técnicas clásicas como el email marketing. Para ello, no obstante, hay que hacerse con gestores de calidad que conozcan bien el mercado, como es el caso de Mailrelay. Esta herramienta, además de contar con la cuenta gratuita más potente del mercado, ofrece un soporte atendido por personal experto que resolverá todas las dudas.
Marketing verde
Fuera del escenario digital, aunque no tanto, un área que deben potenciar muchas empresas es la de la sostenibilidad. El marketing verde se plantea actualmente como una potente ventaja competitiva.
Así, los negocios y empresas no solo deben verlo como una responsabilidad ética, sino como una forma de llegar a sus clientes. Los consumidores, además, cada vez son más conscientes de la degradación ambiental e introducen en sus hábitos de consumo prácticas más responsables. Es por ello que valoran mucho a las marcas que se alinean con los valores ecológicos.
El packaging sostenible, la reducción en el uso del plástico, la promoción de productos que tengan una doble vida y la inversión en campañas de reforestación o conservación de ecosistemas son actitudes interesantes que pueden tomar muchas empresas.
Por supuesto, esto debe ir acompañado de una organización interna donde se prioricen comportamientos respetuosos con el medio ambiente y con fórmulas que se alejen del greenwashing. El marketing verde, aunque tiene un claro interés promocional, no puede ser detectado por la audiencia y los clientes como una fórmula de limpiar prácticas que son perniciosas para el medio ambiente, pues el consumidor detecta rápidamente esos comportamientos.