Las víctimas, dos mujeres extranjeras en situación irregular en España, se encontraban en una situación de completa indefensión soportando abusivas jornadas laborales a cambio de salarios muy bajos y condiciones laborales pésimas.
Según informa la Policía Nacional, las investigaciones se iniciaron en el marco de los operativos para el control del empleo irregular y la explotación laboral que habitualmente realiza la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional apoyados por la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social.
Las víctimas, que trabajaban en un hotel y un restaurante respectivamente sin ser dadas de alta en la Seguridad Social, percibían remuneraciones que oscilaban entre los 600 y 700 euros al mes.
Una de ellas, llegó a percibir tan sólo un total de 350 euros en sus primeros cuatro meses de trabajo y en los sucesivos, se le descontaron de su salario neto de 600 euros la cantidad de 200 euros en concepto de alojamiento.
La investigación policial y el análisis operativo de la documentación intervenida por los agentes, determinó que los dos empresarios eran conocedores de la situación de necesidad de las víctimas y, a sabiendas de que no tenía autorización de trabajo en España por encontrarse en situación irregular en nuestro país, las sometían a jornadas ininterrumpidas diarias de entre 11 y 15 horas de trabajo.
A los dos detenidos, uno de ellos también de origen extranjero, se les imputa un delito de explotación laboral o contra los derechos de los trabajadores.