En 2022, primer año en vigor de la línea, se acogieron a ella 60 localidades y, en su reedición del pasado 2023, un total de 69, ha informado la institución provincial.
Se abarcaron actuaciones que fueron desde trabajos de reparación, pintura y arreglo de edificios y estructuras históricas hasta restauraciones, conservaciones y mejoras de diferentes espacios patrimoniales locales significativos de la provincia.
Así, se ha trabajado en la recuperación de 'tesoros' varios: desde abrigos de arte rupestre a distintos espacios singulares, como lavaderos municipales, jardines, Casas Consistoriales, ermitas e iglesias parroquiales.
La cuantía máxima a conceder para cada localidad es de 10.000 euros, siendo el tope presupuestario a cubrir por parte de la Diputación del 80% del total del proyecto solicitado.
Con este tipo de rehabilitaciones de bienes inmuebles con valor patrimonial, se pretende impulsar la dinamización turística y generar empleo, abriendo los pueblos a nuevas oportunidades a través de la conservación y puesta en valor de sus recursos endógenos, siendo el patrimonio histórico un potencial clave para la dinamización territorial.
Además, con el apoyo a los ayuntamientos a la rehabilitación y conservación de su patrimonio local mediante esta convocatoria de ayudas, la Diputación de Albacete también aspira a promover un desarrollo sostenible aplicado a la preservación cultural.