Cuando efectivos del Subsector de Tráfico de la Benemérita conquense realizaban un control de velocidad estático en la autovía AP-36, detectaban la presencia de un turismo que circulaba a 232 kilómetros por hora cuando el límite de velocidad, con carácter genérico, para ese tipo de vehículo y vía era de 120, no pudiendo conseguir la parada del mismo en dicho momento.
Dada la velocidad a la que circulaba el turismo, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico de Cuenca han participado dicha incidencia a sus homónimos del Subsector de Tráfico de Albacete, quienes, en compañía de varias patrullas de Policía Local y Policía Nacional de Albacete, lograban finalmente dar el alto al vehículo cuando, después de adentrarse en la capital albaceteña, pretendía huir nuevamente por la autovía A-31 por el sentido hacia Alicante.
En el momento de proceder a la identificación del conductor del turismo, un varón de 25 años de edad y residente en la provincia de Albacete, observaban que el mismo pudiera hallarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas, por lo que, tras informarle del motivo de su parada por el exceso de velocidad cometido, procedían, asimismo, a realizarle las correspondientes pruebas de alcohol, en las que arrojó un resultado positivo de 0,50 miligramos por litro de aire espirado, el doble de la cantidad permitida.
Por estos hechos, el Equipo de Atestados del Subsector de Tráfico de Albacete ha instruido las correspondientes diligencias en las que se investiga a esta persona por la comisión de dos presuntos delitos contra la seguridad vial, uno por conducir un vehículo a motor superando en más de 80 kilómetros por hora la velocidad permitida reglamentariamente para ese tipo de vía y vehículo, y otro por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas superando las tasas legalmente establecidas, motivo por el que, además, se procedía a la inmovilización del vehículo.
Las citadas diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad conquense de San Clemente, que entiende de las actuaciones.
El conductor investigado podría ser castigado, para cada uno de los delitos descritos, con la pena de prisión de tres meses a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
Si (
No(
