Los hechos se producían cuando los agentes se encontraban patrullando el entorno natural protegido con motivo del refuerzo de seguridad allí desplegado durante el periodo estival y eran requeridos por su Central Operativa tras haber observado un ciudadano la presencia de ambos canes en el interior de un vehículo estacionado, totalmente expuesto al sol y con las ventanillas parcialmente bajadas, según ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
La rápida actuación de los efectivos del Cuerpo y de una ciudadana que colaboraba con estos en todo momento ha permitido que, tras veinte minutos de reanimación dándoles de beber y aplicándoles toallas con hielo y agua, ambos animales recobrasen la normalidad tras el episodio de alta temperatura al que imprudentemente habían sido expuestos, evitándose así un final indeseado para los mismos.
A continuación, tras la localización de los propietarios, ambos perros han sido trasladados por estos a un centro veterinario próximo, donde eran atendidos por el facultativo de urgencias.