Esta técnica láser opera con una longitud de onda entre 2.120 y 2.140 nm (nanómetros) y se ha convertido en los últimos años en uno de los mejores procedimientos para el tratamiento de la cirugía de la litiasis vesical, reemplazando a la cirugía convencional y reduciendo de forma notable las molestias y el tiempo de recuperación.
Después de la intervención, el paciente, en condiciones normales, es dado de alta a las 24 horas.
La litofragmentación con láser de Holmium se lleva a cabo en quirófano vía endoscópica a través de la uretra.
Un cistoscopio permite al cirujano observar en un monitor la imagen de la pared interna de la vejiga y la fibra de calibre milimétrico es la encargada de emitir la onda láser, capaz de fragmentar todo tipo de cálculos.
Su efecto fragmentador fototérmico y su escasa penetrancia (de dos a tres milímetros) lo convierte en una opción muy poco lesiva para los tejidos, ha informado la Junta en nota de prensa.
El procedimiento utiliza suero fisiológico para la distensión vesical y una correcta visualización.
Para los doctores Pedro Jesús Fernández y Elena Seguí, del Servicio de Urología de la Gerencia de Villarrobledo, el láser Holmium "es el 'gold standard' (patrón oro) de la litrofragmentación láser" y han recordado que, hasta hace poco, este tipo de patologías "implicaban un procedimiento abierto en la vejiga para extraer la litiasis".
"Las modernas tecnologías láser han permitido el manejo de esta patología vía endoscópica, ahorrando complicaciones derivadas de la cirugía abierta clásica y reduciendo a unas 24 horas la estancia hospitalaria de los pacientes", ha recalcado el doctor Fernández.