Según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos ocurrieron desde el 2017 hasta el 21 de abril de 2019, momento en que la víctima denunció los hechos.
Durante ese periodo de tiempo, la acusada insultó y agredió de manera repetida a su hija mayor, N.G.B., menor de edad entonces, llegando el 28 de mayo de 2018 a pegarle y echarla del domicilio familiar durante un mes, viéndose la menor obligada a irse a vivir a casa de sus tíos.
Una vez regresó N.G.B. a la vivienda, la procesada continuó menospreciándola, diciéndole, según la acusación, "no vales para nada, te voy a echar de la casa, no te quiere nadie, eres una guarra, eres una inútil".
Otro episodio ocurrió el 11 de abril de 2019, cuando la menor le preguntó a su madre qué había de comer, a lo que ésta respondió "lo que tú te hagas" mientras le tiraba del pelo, golpeándose N.G.B. la cabeza con la puerta.
Finalmente, el 21 de abril de 2019, la menor escuchó a su madre decir "qué poquito me queda para ser libre", refiriéndose a cuando su hija cumpliera 18 años, momento en que N.G.B. abandonó el domicilio y se fue a casa de sus tíos.
Unos hechos que el Ministerio Fiscal considera que son constitutivos de un delito de maltrato habitual por el que le piden dos años de prisión, la prohibición a la tenencia de armas durante cuatro años, así como la prohibición de aproximarse a su hija a menos de 500 metros durante cuatro años.
Asimismo, la Fiscalía solicita un año y tres meses de prisión, la inhabilitación al porte de armas por dos años y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros a N.G.B. durante cuatro años por dos delitos de maltrato en el ámbito familiar.