En rueda de prensa, en la que ha informado de los acuerdos, ha asegurado que el inicio de incoación de este expediente servirá para "hacer realidad uno de los compromisos" del Gobierno con este parque.
Las excavaciones arqueológicas en Libisosa comenzaron en el año 1996 y, desde entonces hasta el año 2010, se han llevado a cabo campañas anuales promovidas y financiadas por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, contando con la ayuda material y la colaboración del Ayuntamiento de Lezuza y la Diputación de Albacete.
La colonia romana de Libisosa se encuentra junto a la actual Lezuza, localidad del Campo de Montiel, en el occidente de la provincia de Albacete. Situada sobre un alto promontorio, este ha sido testigo, gracias a su situación de cruce de caminos desde la prehistoria, del paso de diferentes culturas y sociedades.
Más allá de su privilegiada situación, el territorio contaba con abundantes recursos hídricos, agrícolas y cinegéticos que favorecieron desde la prehistoria el asentamiento de comunidades humanas, favorecidas además por la existencia de salinas en su proximidad y de rutas ganaderas de trashumancia que la proporcionaron una gran riqueza.
En Libisosa dejaron sus huellas tres etapas de la historia: la íbera, la romana y la medieval. Los romanos llegaron a esta próspera ciudad en el año 180 a.C. atraídos por el río y por su valor estratégico y defensivo.
La ciudad era el paso desde la Meseta hacia Andalucía y de Levante a Extremadura y Portugal. Este cruce de caminos era vital para que Roma emprendiese la conquista del sur de la península. Después de amurallarla, el Imperio declaró a esta población colonia romana Libisosa Forum Augustana.