Según ha informado el instituto armado en nota de prensa, el domingo por la tarde un radar móvil situado en esta autovía detectó al conductor, que superaba en más de 110 km/h la velocidad máxima permitida, por lo que los agentes dieron el alto al vehículo para identificar a su conductor.
Tras informarle de que circulaba a una velocidad que superaba el límite, la Guardia Civil le atribuye como investigado un delito contra la seguridad vial, lo que podría suponer una pena de prisión de tres a seis meses, o multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días.
En todos los casos, supone la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo entre uno y cuatro años.