Me voy a permitir una ‘licencia’. Y es que el Ayuntamiento de Albacete sea esta vez activo y quiera, de verdad, dar un ‘manotazo en la mesa’ para intentar que el acoso a las mujeres sea algo del pasado y no algo que cada día vemos, desgraciadamente, repetirse una vez sí y otra también, simplemente porque algunas personas están sin educar, o porque les han educado en la ‘supremacía’ masculina.
Me gustaría que el Ayuntamiento, que no es activo para evitarlo en los locales de fiesta de la ciudad cada fin de semana o cada día que están abiertos pub y discotecas, al menos sea activo en la Feria de Albacete, en las carpas y en los lugares de gran aglomeración de gente, donde música, alcohol y demasiada gente son ‘caldo de cultivo’ para el acosador, que unas veces sabiéndolo y otras pensando que no hace nada malo (y esto es todavía peor) acaba por molestar y acosar a chicas o mujeres que lo único que quieren es escuchar música y bailar.
Algunos entienden que su ‘misión’ nocturna es aquello de ‘ligar’ y que eso pasa por cansar, amedrentar y finalmente acosar a chicas que una y otra vez se los intentan quitar de encima como ‘moscones’ sin educar y en ocasiones la situación es delicada.
El Ayuntamiento debe ser activo, para empezar haciendo que en los lugares con aforo se respete el aforo, esa es la primera forma de evitar aglomeraciones y hacer posible el control. Aquí el alcalde y concejal de fiestas habrá de ponerse las pilas, que parece que le está costando tomar el pulso a todo lo que tiene por delante. Él, joven y acostumbrado a salir, seguro que sabe de lo que estoy hablando. Ocurre en las carpas y en cualquier pub de la zona. No se respeta el aforo máximo y así vamos mal, en este tema del acoso y también en el de la propia seguridad de las personas.
Decía, un ayuntamiento activo, con personas que además de estar en el punto violeta que recoge las denuncias, hagan una labor digamos disuasoria, que estén también en las carpas y lugares de gran aforo , especialmente donde también el alcohol hace su efecto negativo. Que la gente vea que están ‘por todos sitios’ que las mujeres sientan que ante cualquier indicio de acoso pueden levantar la mano o la voz y tendrán cerca a alguien que les saque del apuro.
No esperemos a que la gente vaya a los puntos de denuncia, saquemos esos puntos a la calle para que se puedan visualizar. No basta con las palabras, hacen falta los hechos. Eliminar o reducir el acoso es la primera 'enseñanza' que deben tener aquellos que un día pueden pasar del acoso a la agresión.