Las instituciones debemos compartir estos objetivos. En particular, las Cortes de Castilla-La Mancha, como sede de la voluntad popular y foro de debate de los asuntos que más nos interesan, tiene que ser el lugar en el que encauzar las inquietudes de nuestros y nuestras jóvenes y el espacio en el que debatir e idear las respuestas a sus problemáticas, que no son pocas.
Hay circunstancias preocupantes que nos ponen alerta en nuestra región, como en el resto del país: salarios muy bajos, cotas de desempleo que aún no se han recuperado de la grave crisis económica que ha atravesado nuestro país en la última década -y que castiga todavía más a las mujeres- y problemas de emancipación que afectan a una generación que se ve obligada a entregar la mayor parte de su sueldo mensual si quiere acceder a un alquiler en el mercado libre.
A pesar de los esfuerzos que llevan a cabo las administraciones, como en el Plan de Retorno del Talento de la Junta de Castilla-La Mancha, sigue habiendo un elevado número de muchachos y muchachas que se vieron forzados a salir de nuestras provincias para iniciar un nuevo proyecto en el extranjero, en un fenómeno migratorio que no podemos permitirnos en términos ni económicos ni humanos.
En la moderna sociedad líquida en la que vivimos, nos enfrentamos a algunas estadísticas preocupantes que miden la incertidumbre con la que viven muchos jóvenes y que en algunos momentos alcanzan expresiones públicas tan llamativas como en su día fue el 15M o actualmente está siendo ‘Fridays for Future’ / Juventud por el Clima. Nuestros y nuestras jóvenes no son agentes pasivos, se implican en el debate público y exigen respuestas.
Por eso, abrir canales de participación e introducir en nuestra agenda de prioridades sus problemas resulta el mejor modo de cooperar en la búsqueda de soluciones, así como de integrarles en nuestra cultura de la democracia, aplacando el descontento con algo más que buenas palabras. Lo contrario sería obligarles a elegir entre la desobediencia y la resignación.
El reto de mejorar la vida de nuestros y nuestras jóvenes demanda que los partidos practiquemos una política de acuerdos que incluya la mejora de las condiciones de vida de nuestra juventud como uno de los temas de interés general. Un marco de colaboración, más allá de las diferencias, y de responsabilidad que se vería fortalecido con la conformación cuanto antes de un Gobierno de España que pueda trabajar, junto al resto de administraciones, en el desarrollo de políticas específicas para los colectivos más desfavorecidos.
En Castilla-La Mancha estamos por la labor. Los diputados y las diputadas de las Cortes regionales vamos a promover la participación de los y las jóvenes de nuestra comunidad autónoma, abriendo las puertas de esta casa y aprovechando las ventajas que brindan las nuevas tecnologías y sus canales de comunicación. Esta X Legislatura queremos conectar literalmente con la juventud: empatizar con sus preocupaciones, conocer mejor su visión de la realidad e interactuar para ponernos manos a la obra y mejorar así sus condiciones de vida.
Los 33 diputados y diputadas de la Cámara queremos hacer suyos sus problemas y queremos ofrecerles respuestas. Trabajar para ellos; pero, sobre todo, con ellos.
Pablo Bellido Acevedo.
Presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha.