La responsable de Terapia Ocupacional del centro, Rosa Mota, ha expresado su satisfacción por la incorporación de esta tecnología en las tareas cotidianas del servicio, ya que “la impresora 3D nos permite fabricar productos de apoyo que ya se venían confeccionando, pero ahora con una mayor calidad y mejores acabados”.
Además, ha añadido que “nos abre un mundo de posibilidades al que antes no teníamos acceso, ya que podemos confeccionar nuevos productos de apoyo necesarios para los pacientes, según sus necesidades, de manera personalizada, más rápido y más barato”. Según ha explicado Rosa Mota, entre las primeras piezas que se están imprimiendo en el laboratorio maker con 3D destacan los joysticks que se utilizan para el manejo de las sillas de ruedas electrónicas, piezas para el uso del teclado del ordenador, dispositivos que permiten la utilización de un cubierto o un bolígrafo o férulas de reposo para posicionar las manos.
Los profesionales de terapia ocupacional están recibiendo formación con la colaboración de varias instituciones, como la Fundación Caja Rural, el especialista en impresión 3D, Jesús Corbacho de la empresa BQ, y el asesoramiento a través de Joan Ordoñez y la Fundación de Lesión Medular con el préstamo de las primeras piezas imprimidas en 3D.
Dentro del hospital se suma la colaboración del servicio de Informática, que actualmente cuenta con dos informáticos en periodo de prácticas en el centro, Miguel Pardo y Sonia Gento, quienes asesoran a las profesionales encargadas del proyecto en el diseño de piezas nuevas, programas y funcionamiento básico de esta tecnología para poder usar diferentes materiales (Flexiflex y PLA, madera, hierro, entre otros), además de enseñarles nociones sobre calibración, uso de temperatura y mantenimiento de la impresora 3D.
Un fenómeno de la cuarta revolución industrial
El fenómeno ‘maker’, también conocido como cultura del hacedor, cultura fabricante o cultura ‘maker’ es un movimiento contemporáneo propio de la cuarta revolución industrial basado en la tecnología DIY (Do it Yourself o ‘hágalo usted mismo’).
Su fundamento es que toda persona es capaz de construir o solucionar un problema con herramientas digitales de diseño y fabricación, (impresora 3D, cortadora láser); sumado a la participación colectiva en plataformas sociales, como redes de código abierto, repositorios de diseño para 3D que ofrecen gratuitamente la descarga de miles diseños listos para su impresión.
Ahora, el Hospital de Parapléjicos puede estar al tanto de las iniciativas relacionadas con la fabricación, la economía colaborativa, en el ámbito de productos para personas con problemas de movilidad, como son las personas con lesión medular.
“De hecho, muchos de los diseños que se están implementando se han obtenido de páginas colaborativas, como Thingiverse, a través de la cual se comparten las ideas y proyectos con todo el mundo”, ha afirmado Rosa Mota.
La idea es que en este laboratorio se investiguen las posibilidades de las impresoras 3D en el diseño y fabricación de productos de apoyo para mejorar la ergonomía, la biomecánica y la accesibilidad al entorno para personas con problemas de movilidad.
“Esto supone la posibilidad de realizar diseño de férulas que se adapten a las medidas biométricas de cada paciente; en el diseño y fabricación de dispositivos y piezas que puedan deteriorarse en sillas de ruedas, muletas, andadores, y todo tipo de productos de apoyo para el desplazamiento”, ha indicado la responsable de Terapia Ocupacional del centro.
Otro objetivo del proyecto es estimular que, al alta del hospital, los pacientes puedan formar parte de una comunidad activa de diseño y producción con herramientas digitales y continuar aprendiendo en los ‘Fablab’, o laboratorios de fabricación digital, cerca de su lugar de origen, con lo que esta propuesta se convierte también en una herramienta de integración social.