En una primera fase del estudio, se llevó a cabo un análisis en muestras de 215 individuos que habían experimentado un ictus isquémico. A través de esta investigación, se identificaron varios microARN que parecían estar en niveles más altos entre aquellos pacientes que presentaban un pronóstico menos favorable tres meses después de haber sufrido el ictus.
Un equipo del Instituto de Investigación del Hospital del Mar en Barcelona ha llevado a cabo un estudio que ha revelado la conexión entre un pronóstico menos favorable en pacientes que han sufrido un ictus isquémico y la presencia elevada en sangre de cinco microARNs. Estas partículas de ARN son responsables de regular la activación de ciertos genes.
UNA ASOCIACIÓN CLARA
La importancia de la colaboración se hace evidente en el trabajo conjunto. En este sentido, Juan Pérez afirma: "La unión de esfuerzos es fundamental para alcanzar nuestras metas".
Los resultados obtenidos hasta ahora demuestran que la sinergia entre los miembros ha sido clave. Según María López, "cada aporte individual enriquece el resultado final".
En conclusión, una asociación clara y bien estructurada puede llevar a logros significativos, tal como lo señala Carlos Martínez: "Cuando trabajamos juntos, somos más fuertes".
Se llevó a cabo la validación de los resultados en una segunda cohorte compuesta por 191 personas, donde se examinaron los 26 microARN más relevantes. Los hallazgos confirmaron "de forma clara" la relación entre cinco de estas moléculas y el pronóstico de los pacientes.
El Hospital del Mar ha comunicado este jueves que un estudio, en el que han colaborado el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, el Hospital Arnau de Vilanova de Lleida y el Hospital Son Espases de Mallorca, ha sido publicado en la revista 'Neurology'.
POTENCIAL PARA TRANSFORMAR EL PRONÓSTICO
El análisis resalta que las moléculas examinadas tienen el potencial de actuar como efectivos marcadores de pronóstico en los pacientes. Esto, junto con otros factores de riesgo, podría simplificar su monitoreo durante la fase de recuperación. Asimismo, es posible realizar la determinación de estos niveles utilizando una muestra de sangre.
El médico adjunto del Servicio de Neurología del centro y coordinador del Grupo de investigación Neurovascular en el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, Jordi Jiménez, señala que ciertos mecanismos asociados a las partículas resultan "especialmente interesantes".
Según Jiménez, existen procesos que pueden facilitar la recuperación después de un ictus isquémico. Estos incluyen la regeneración de las neuronas y de las estructuras asociadas, además de la regeneración de los vasos sanguíneos.
Isabel Fernández, investigadora predoctoral del Instituto de Investigación del Hospital del Mar y médica adjunta en su Servicio de Neurología, sostiene que al analizar las posibles modulaciones de los microARN, se podrían contar con "potenciales herramientas" para alterar el pronóstico de los pacientes.