Sociedad

Custodia compartida

Redacción | Martes 10 de diciembre de 2024
Durante una separación o divorcio, los cónyuges deben negociar los mejores términos para el bienestar de la familia. Dar este paso va más allá de que cada uno elija un camino diferente en su vida, puesto que si hay hijos en común, la prioridad es velar por sus intereses.

Este procedimiento legal puede ser fácil y sencillo o mucho más complejo, dependiendo de si existe un mutuo acuerdo entre las partes.

Actualmente, el régimen de custodia compartida es una de las opciones que mayor demanda tiene en España. La Ley 15/2005 introdujo la posibilidad de que ambos progenitores compartan tanto los cuidados como la educación de sus hijos. En la mayoría de los casos, es mucho mejor para el menor, siempre y cuando no existan conflictos graves entre los padres y el entorno sea el más favorable para la convivencia.

¿En qué consiste la custodia compartida?

El objetivo de la custodia compartida es que los hijos puedan compartir tiempo de calidad con sus padres. Según este régimen legal, que se recoge en el artículo 92 del Código Civil, debe primar el interés superior del menor. En esta decisión judicial, ambos progenitores van a participar en la toma de decisiones sobre el bienestar de los menores.

Según los estudios realizados, entre el 30 % y el 40 % de los divorcios en España incluyen este modelo de custodia. Aunque la legislación favorece esta vía legal como principio general, la decisión depende de las circunstancias familiares. En algunos casos, si el menor tiene la edad y madurez suficientes, su opinión también puede influir en la decisión judicial.

¿Cuáles son los requisitos para conceder la custodia compartida?

Este régimen de guarda y custodia es el más beneficioso para los hijos, como hemos comentado anteriormente. Sin embargo, es necesario que se cumplan una serie de requisitos para que se conceda. En entornos donde existen desavenencias graves, si un progenitor demuestra un desinterés por el cuidado del menor, incluso en situaciones de violencia de género o maltrato infantil, esta opción no es viable. Veamos qué criterios son necesarios para que se estime oportuna.

Interés superior del menor. Los jueces siempre priorizarán lo que sea mejor para el bienestar emocional, psicológico y físico de los hijos.
Relación de los hijos con los progenitores. Un aspecto que se tiene en cuenta es el vínculo afectivo de los menores con cada padre. Incluso, los hijos adolescentes pueden llegar a opinar sobre con quién desean vivir.
Capacidad de cuidados de los padres. También se evalúa si los progenitores están en condiciones para cuidar a los hijos, tanto física como psicológicamente.
Condiciones y cercanía de los domicilios. La calidad del hogar y la distancia entre las viviendas de los progenitores también puede influir en la decisión del juez.
Flexibilidad y disponibilidad. La disposición de ambos padres a adaptarse a los cambios y el tiempo disponible para colaborar en estos cuidados es otro aspecto importante que se considera.

El juez valorará todos estos factores y decidirá lo que considere más beneficioso para los hijos. El objetivo principal es que se adapte a las necesidades de cada familia y no suponga un trastorno para el menor. Pero, si no se cumplen todos los requisitos, se podrá decidir que es mejor la custodia monoparental o compartida con visitas.

En resumen, la custodia compartida no siempre es una decisión fácil, por lo que hay que tener en cuenta las circunstancias particulares. Un buen abogado en derecho de familia puede orientar a las familias y buscar la mejor solución, sobre todo cuando existen desacuerdos. Si quieres contactar con un experto en este campo legal, te recomendamos echar un vistazo a MelendosBlog, una plataforma especializada que cuenta con un directorio amplio con los mejores letrados.