El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha puesto en valor este viernes, ante la celebración del Día de la Hispanidad este 12 de octubre, el nexo común que une a toda la comunidad hispanohablante, que no solo es el idioma sino también "la concepción y la percepción de haber compartido historia, vivencias y sangre". "Es una de las formas hermosas de habitar este planeta".
"Cada país ha conservado su particularidad, lo ha hecho México, lo hace Perú, lo hace Colombia, obviamente España, y además cada país con la riqueza que tiene, pero hay un punto de conectividad que no solo es el idioma", ha indicado García-Page, desde Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), donde ha inaugurado la remodelación integral de espacios interiores y exteriores del CEIP 'Virgen del Monte'.
"De la misma manera que es muy difícil pensar que en un país que tuvo durante 700 años invasión musulmana, era muy difícil de imaginar que después de siete siglos no hubiera mezcla de razas y de religiones, y por tanto parte de nuestras venas llevan sangre judía, y en Toledo muy particularmente, y musulmana, si es que se puede establecer una distinción en la sangre", ha añadido.
Dicho esto, ha destacado que los hispanohablantes alcanzan actualmente casi los 600 millones de habitantes y que el interés por el español "es creciente, incluso dentro de España".
A su juicio, y cerca de compartir el Día de la Hispanidad, "la civilización hispana, la cultura hispana, yo creo que es una forma de habitar en este planeta muy cercana a ver los valores de por qué vivir y para qué vivir, de tener un concepto de la vida y del trabajo diferente a otras zonas, pero sobre todo en expansión y en crecimiento", señalando que la llegada de inmigrantes "nos enriquece y, sobre todo, nos da perspectiva".
PAÍS DE ACOGIDA
"Las posibilidades que tienen hoy nuestros hijos de pasar fronteras, de conocer el mundo, de no estarse quietos, son infinitas. Y va a ser la vida que van a conocer. De manera que casi, si me apuran, es de suma inteligencia aprender eso ya desde la escuela y, además, verlo desde la faceta de la convivencia. Pasar de ser un país y una región de expulsión a ser una región y un país de acogida".
García-Page ha apuntado que mientras antes "la gente se tenía que ir porque aquí no se podía buscar la vida" ahora a "tres de cada cuatro personas que habitan el planeta les gustaría compartir nuestras crisis y nuestros problemas, que nos quejamos y tenemos derecho a quejarnos, pero tres de cada cuatro habitantes les gustaría, llamando a la puerta, entrar y acogerse a nuestros propios problemas", siendo esta una realidad que debería hacernos sentir "orgullosos".