Les recibiría a los senderistas, en Yetas, Ana Belén Álvarez, concejal de Turismo y Deportes de Nerpio, junto a David Martínez y David Meca, quienes serian sus guías durante el trayecto. Tras tomar el café y dulces cortesía del Ayuntamiento, alrededor de las 10 de la mañana, comenzarían la ruta buscando el arroyo de Yetas, entre grandes nogueras y una centenaria encina, uno de los árboles de mayor singularidad en esta localidad de la Sierra del Segura.
El arroyo de las Zorreras o de Yetas, recoge sus aguas a lo largo de un valle con un pronunciado desnivel que va desde los 1.600 metros sobre el nivel del mar, en sus inicios, hasta los 700 metros de altitud en la zona de Vizcable donde confluye con el rio Taibilla. Esta gran diferencia de cota hace que en su discurrir haya gran cantidad de cascadas, llamadas “saltaores” por la zona, de mayor o menor altura, generalmente formaciones tobáceas a lo largo de los años por depósitos cálcicos.
El sol estaba presente y entre huertas llagaron a la fuente de las Tobicas, lugar al que luego regresarían para continuar la ruta, tras visitar una de las múltiples cascadas que pudieron ver durante el trayecto. Llegarían así a la cascada mas alta del camino, y tras atravesar un par de puentes de tablones, de los muchos que se encontrarían.
Regresarían de nuevo a la fuente de la Tobicas, para continuar la marcha por el valle, cruzarían el arroyo en un sinfín de ocasiones, por los puentes muy bien instalados, contemplado bellas caídas de agua fresca y cristalina, rodeados de una densa vegetación. También encontraron pequeñas represas que suministran agua a las diferentes acequias que dan riego a las tradicionales huertas como Linares, las Huelgas, Balsa nueva o el Villar.
Sus aguas también sirvieron para el funcionamiento de varios molinos harineros, ya prácticamente desaparecidos, así como una pequeña turbina que proporcionaba energía eléctrica pionera en la zona.
Llegarían a Yetas de arriba y, bajo la sobra de una gran noguera, junto al pilón, aprovecharon para almorzar. Continuaron entre subidas y bajadas, pasando por distintas fuentes, hasta llegar a lo alto donde había una balsa que utilizan para el riego. Desde este punto irían descendiendo poco a poco, con más calor que antes, atravesando diversos cortijos, entre huertos cultivados en terrazas desde hace siglos y espectaculares ejemplares de encinas, muchas centenarias. Llegarían así hasta el monumento al Globo Hispania y el comandante Molas ubicado en Yetas de Abajo, donde les esperaba una contundente y rica comida, con platos caseros del lugar.
Nueva y bonita ruta por la Sierra del Segura, con el agua como protagonista, de gran atractivo natural y paisajístico, que cada vez tiene más seguidores. Y que tanto éxito ha tenido en anteriores ediciones, organizado por la Diputación Provincial de Albacete.
La siguiente cita será el sábado día 12 de octubre en Carcelén, denominada “Muelas de Carcelén y barranco de las Fuentezuelas”. Se trata de una prueba circular, de 14 kilómetros de distancia, dificultad media y unas cuatro horas y media de duración.