Comprar una vivienda siempre es un riesgo desde el punto de vista económico. Sin embargo, desde la pandemia lo es todavía más; especialmente si se ha firmado una hipoteca variable.
Con la inflación y la inestabilidad del mercado, las personas que cuentan con este tipo de financiaciones han visto cómo sus cuotas crecían muchísimo y han buscado desesperadamente la manera de cambiar a hipoteca fija.
Esta última opción es, sin duda, la más interesante para quienes buscan la tranquilidad, ya que las hipotecas fijas permiten que el usuario y el banco acuerden una cantidad de cuota que se mantendrá invariable durante todo el periodo de devolución.
De este modo, ocurra lo que ocurra en el mercado o en el ámbito económico, el usuario no tendrá que vivir con la incertidumbre de si subirán los tipos de interés y tendrá que tirar de ahorros para seguir pagando su casa.
Siempre se ha considerado que las hipotecas fijas son las más seguras. A estas se unen, en los últimos tiempos, las mixtas.
Este último producto bancario se sitúa en un estado intermedio entre las fijas y las variables. Básicamente, el usuario firma con la financiera un préstamo que tendrá una cuota de devolución fija durante unos años y, después, pasará a un régimen variable.
De este modo, es posible blindar el total de gasto durante un tiempo determinado, lo cual es clave en momentos como este, donde se espera que el mercado se estabilice a medio plazo.
Las personas que tienen una hipoteca variable y que la han mantenido durante los dos últimos años ya saben lo que supone ver cómo su cuota mensual puede llegar a incrementarse en porcentajes muy altos.
En estos casos, existe la opción de renegociar dicha hipoteca y conseguir un acuerdo por el que esta pase a unas condiciones de hipoteca fija o mixta.
Para ello, el usuario puede intentar negociar con su propio banco. Sin embargo, esto no suele ser lo más interesante: en este caso, la entidad tiene el poder en las negociaciones y el cliente tan solo va a poder aceptar las condiciones que les ofrezcan.
Resulta mucho más interesante ponerse en manos de empresas especializadas en la renegociación de hipotecas. Estos profesionales conocen detalladamente el mercado y son capaces de conseguir las mejores condiciones para el paso de hipoteca variable a fija o mixta.
Estos especialistas no solo son una gran ayuda para obtener las mejores condiciones. También se encargan tanto del análisis y la búsqueda de opciones como de acompañar al cliente a lo largo de la negociación y prestar una asesoría personalizada.
Por todo ello, se han convertido en una de las opciones más idóneas para aliviar la presión económica a la que se ven sometidos todas las personas que tienen una hipoteca variable y que quieren vivir tranquilos todo el tiempo que les queda para responder a su deuda bancaria por completo.