Efectivos del Puesto Principal de la Guardia Civil de Villarrobledo han detenido a un vecino de esa misma localidad, de 34 años de edad, de nacionalidad rumana, como presunto autor de un delito contra la salud pública, en la modalidad de tráfico de drogas. Esta persona ya contaba con antecedentes policiales por delitos similares al que fue investigado.
Los hechos tuvieron lugar cuando una patrulla de la Guardia Civil de Villarrobledo y otra de la Policía Local de la misma localidad acudieron a la puerta de un domicilio donde al parecer había un problema entre una mujer y su expareja.
Personados agentes de ambos cuerpos policiales en el lugar de los hechos y, tras hablar con los implicados se pudo comprobar que no existía ninguna orden de protección o de alejamiento entre ambos, versando la discusión sobre el régimen de visitas de los hijos en común.
Tras comprobar la documentación personal del varón que había acudido al lugar conduciendo un vehículo, y una vez consultada la base de datos de la Dirección General de Tráfico, se pudo comprobar cómo esta persona había conducido careciendo del permiso de conducir respectivo, retirado por la pérdida total de puntos.
El comportamiento de esta persona durante la identificación hizo sospechar a los agentes de ambos cuerpos policiales que pudiera ocultar en el interior del vehículo algún tipo de sustancia estupefaciente. Diferentes tipos de drogas y útiles utilizados para la actividad delictiva
Durante el registro, tanto del interior del vehículo, como de sus enseres personales, los agentes intervinientes localizaron dos bolsos de mano que contenían 37,5 gramos de metanfetamina, 20 gramos de cocaína, varias dosis de heroína, dos frascos de testosterona, una balanza de precisión, así como útiles utilizados para el envasado de la droga.
Además, se intervinieron 750 euros en efectivo, supuestamente procedentes de la venta de los estupefacientes, un teléfono móvil y varias tarjetas SIM para telefonía.
Con las diferentes drogas intervenidas se podrían haber elaborado 220 dosis y su posterior distribución y venta en el mercado ilícito, evitando con esta actuación que la droga fuera consumida por nuestros ciudadanos, con el consiguiente perjuicio para la salud pública.