Sin embargo, en la práctica son muchas las dudas que surgen en torno a los Detectores de Metales: ¿son legales?, ¿se pueden utilizar en cualquier circunstancia?, ¿soy propietario de lo que encuentro?
Tiendas especializadas como Ibérica Detectores trabajan, desde hace décadas, como referentes en el sector a nivel nacional e internacional. Estos profesionales nos ofrecen algunas pistas sobre todas estas cuestiones, para que el uso de estos dispositivos no suponga ningún problema.
En España, cada ayuntamiento y comunidad autónoma puede crear normativas y legislaciones diferentes sobre el uso de los detectores de metales en su territorio.
En ese sentido, lo aconsejable antes de salir a buscar piezas perdidas en espacios públicos es conocer las regulaciones.
Saber si hay áreas restringidas, si existen épocas en las que no está permitido o incluso si se necesita un permiso especial permitirá que las jornadas de búsqueda no acaben con una desagradable visita de las autoridades y una sanción.
Esto se puede extender a las propiedades privadas. En estos casos, conviene contar de manera adicional con el permiso de los propietarios y acordar, con ellos, qué ocurrirá con aquello que se encuentre.
La legislación española es firme en cuanto al descubrimiento de objetos arqueológicos o antigüedades: estos pertenecen, por norma general, al Estado.
En ese sentido, el buscador de metales tiene la obligación de avisar de inmediato a las autoridades locales en cuanto tenga sospechas de que la pieza encontrada podría corresponder a épocas pasadas de la historia.
Estos profesionales serán quienes determinen el valor de la pieza, la documenten y la preserven si es necesario por su valor e importancia para el estudio de nuestro pasado.
Precisamente por este motivo, en España está prohibido usar un detector de metales en el entorno de yacimientos, castillos e iglesias, reservas naturales y zonas declaradas Bien de Interés Cultural.
Como una parte de la búsqueda de metales implica desenterrar y cavar la tierra, todas las personas que se dedican a este hobby tienen una gran precaución para no destrozar el entorno.
Las búsquedas deben hacerse de la manera menos invasiva posible, para que todo quede como estaba antes de llegar.
La mayor parte de buscadores de metales lo tienen como una pasión que une el disfrute de los espacios naturales con la caza del tesoro.
Por eso, entre la comunidad de buscadores suele existir un código ético que mueve a las personas a tratar de encontrar a los propietarios legítimos de los hallazgos. De hecho, esta suele ser parte de la aventura, como recuerdan profesionales como los de Ibérica detectores.
Siguiendo todos estos consejos y preguntando siempre ante cualquier duda, quienes se dedican tanto a la venta de detectores de metales como quienes lo usan en su día a día reconocen que es difícil encontrar problemas.