El consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha explicado la postura del Gobierno regional en cuanto al uso de mascarillas ante el repunte de casos de gripe, y ha propuesto en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que su posición pasa por mantener el uso bajo recomendación, sin hacerlo obligatorio.
En unas declaraciones difundidas por el Gobierno regional, Fernández Sanz ha explicado que tras el pico de casos de gripe registrado el pasado 26 de diciembre, cuando hubo hasta 4.000 atenciones en centros hospitalarios, la incidencia ha caído, y la región se encuentra "en la meseta", si bien se esperan dos semanas con "un número importante" de infecciones.
En todo caso, ha asegurado que se trabaja "de manera normalizada en centros hospitalarios", y no se han suspendido operaciones, "una situación similar" a la de cualquier otro año, pero con menos COVID.
"La propuesta de Castilla-La Mancha es reunir a la ponencia de alertas y a la Comisión de Salud Pública para que los técnicos recomienden el uso de mascarilla, pero que no sea obligatorio", ha enfatizado.