En ciertos casos, cuando se presentan problemas que no se confrontan, se suele generar un estado de ansiedad incontrolada, por eso, recurren al alcohol o estupefacientes para sentirse mejor. Sin embargo, el problema se puede agravar y aparecer comportamientos agresivos, incluso, suicidas, que deben tratarse a tiempo.
Uno de los mayores problemas para la salud pública son las conductas adictivas, principalmente, por el efecto psicosocial que tiene en el entorno más cercano del paciente.
A pesar de toda la inversión realizada en campañas de prevención, la mejora de la atención sigue siendo una prioridad en el sistema sanitario. Por dicha razón, muchas familias deciden ponerse en manos de clínicas privadas, como Liberadict, Centro de adicciones en Sevilla.
Las adicciones y la salud mental van de la mano, y si no se lleva a cabo un tratamiento efectivo existe la posibilidad de recaída. La tristeza, la depresión, la baja autoestima, la dificultad para las relaciones sociales son algunos de los motivos que llevan a algunos jóvenes a abusar del alcohol o sustancias como el cannabis. Por este motivo, la atención psicológica es fundamental para garantizar una recuperación.
Realmente, estamos ante una problemática bastante compleja, porque según los datos de la Confederación de Salud Mental de España, un 40 % de los pacientes con trastornos mentales graves tienen ideas de suicidio.
Uno de los grandes dilemas para la mayoría de los expertos es qué patología se presentó primero: la adicción a las drogas o la salud mental. En cualquiera de los casos, sabemos que el consumo de drogas produce una alteración psicológica y una dependencia que puede ocasionar problemas serios en el paciente.
En la mayoría de los casos, la aceptación de la enfermedad no es fácil, por lo que ponerse en manos de especialistas supone un verdadero reto. Sin embargo, la ayuda profesional es la única manera de abordar esta situación con un tratamiento individual y grupal para generar un clima de confianza. El propósito es que el paciente vuelva a recuperar la normalidad y pueda confrontar las dificultades sin usar sustancias tóxicas.
La situación es igual de dramática para el paciente como para la familia y entorno más cercano. En la mayoría de las ocasiones, los seres queridos no saben cómo actuar, sobre todo, si se presentan trastornos de personalidad o se muestra una actitud antisocial. Por esta razón, es fundamental ofrecer un enfoque clínico integral y técnicas orientadas a la prevención de las recaídas. En este aspecto, el centro de adicciones Liberadict va un poco más allá, de tal manera que también incluye las actividades deportivas en su programa para fomentar un estilo de vida más saludable.
Las terapias deben abarcar todas las áreas de la vida de un paciente para favorecer su bienestar y crecimiento personal. Por ello, es necesario proporcionar las herramientas que mejoren sus habilidades sociales y le ayude a gestionar las emociones. El control de la ansiedad y el manejo del estrés es de gran importancia para cambiar los hábitos nocivos por una actitud más responsable y funcional.
En conclusión, cuando esta problemática se presenta en el hogar, lo más recomendable es buscar ayuda profesional para salir de este pozo. El apoyo de especialistas que puedan ofrecer un buen diagnóstico y un tratamiento eficaz es clave para lograr una mejoría y que la persona vuelva a sentirse bien consigo misma.
En caso de dudas, el Centro de adicciones Liberadict en Sevilla es una magnífica referencia, por lo menos, para dar el primer paso y recibir un asesoramiento profesional.