Encender un fuego en una chimenea es un proceso bastante rápido, pero usar una chimenea por primera vez requiere algunos pasos y recomendaciones para garantizar la seguridad y encenderla con éxito.
A diferencia de las estufas eléctricas, las chimeneas de leña pueden encenderse de diferentes formas, y dependerá de cada uno elegir el método que más le gusta en función del tipo de material y pasos necesarios para hacer el fuego.
El combustible en gel generalmente se elabora con alcohol isopropílico y se vende en latas o botes. El uso del gel para encender una estufa de leña sirve para que arda aproximadamente entre 2 y 3 horas y media. Algunos productos de este tipo contienen materiales orgánicos que emiten un chisporroteo o un estallido cuando se queman, para imitar el sonido de la madera quemándose. El combustible en gel no humea ni crea hollín cuando se quema.
Para encender la chimenea con combustible en gel, abre el bote y vierte un un chorro sobre los troncos que hayas puesto dentro de la chimenea. Luego, enciende el gel con un fósforo o un encendedor y la madera comenzará a arder rápidamente.
Para encender una estufa de leña usando piñas de pino, coloca un par de trozos más pequeños de leña en la rejilla y luego cúbrelos con una o dos piñas trituradas o partidas. Enciende las piñas con cerillas o un mechero. Poco a poco, agrega algunos trozos más de leña sobre las piñas con cuidado para que el fuego no se apague. Cuando la leña arda bien, añade trozos de madera más grandes.
Las pastillas de encendido te serán muy útiles para encender el fuego de forma muy práctica. Solamente debes encender una y meterla en el centro del fuego para agilizar el encendido.
Prepara la leña colocando palos pequeños o trozos de madera y algunas hojas de periódico arrugado encima de la rejilla interna de la chimenea. También puedes colocar papel periódico arrugado debajo de la rejilla. Apila los troncos de madera horizontalmente sobre la leña, en un patrón entrecruzado, dejando algunos espacios para el flujo de aire. Añade un poco de más leña, como palos pequeños, a los troncos más grandes.
Enciende el fuego usando un encendedor de mango largo o cerillas para prender el periódico y la leña. Usa un atizador de chimenea para revolver los palos según sea necesario hasta que los troncos más grandes se enciendan. Es importante que el fuego no se quede sin vigilancia y, antes de salir de casa o irte a la cama, asegúrate de apagarlo por completo.
Para poder encender y controlar el fuego de la estufa de leña de una forma segura y fiable, debes asegurarte de que cerca de la chimenea no existe ningún elemento que pueda quemarse o sea tóxico.
El área de la chimenea debe estar rodeada de objetos que no sean inflamables con las chispas o que supongan un riesgo para la persona encargada de encender, mantener y apagar el fuego.
También te recomendamos que no uses demasiada madera para encender el fuego, ya que si no producirá demasiado humo y no habrá el suficiente oxígeno que necesita el fuego para encenderse.