El grupo ECOFOR de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha publicado recientemente una investigación que demuestra el impacto ecológico que generan los incendios forestales en los ecosistemas mediterráneos y cómo las medidas de restauración, aplicadas inmediatamente después del incendio, consiguen disminuir dicho efecto.
Esta investigación se ha realizado en el seno del grupo ECOFOR (UCLM), en colaboración con investigadores de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla y la UNSW (Sydney, Australia), ha informado la UCLM en un comunicado.
Tal y como explica el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes de la UCLM, Manuel Esteban Lucas Borja, desde 2012 se está realizando el monitoreo y seguimiento de diferentes variables ecológicas y ambientales en zonas incendiadas del sureste español, incluido los incendios de Sierra de los Donceles en Hellín de 2012 y el incendio de Liétor de 2016, con el objetivo de conocer el impacto de los incendios y la eficacia y eficiencia de las medidas de restauración que comúnmente se aplican después del fuego.
Los resultados obtenidos, según indica, proporcionan pruebas sólidas de cómo disminuye la capacidad de los ecosistemas forestales de generar múltiples funciones después de un incendio y de cómo las estrategias de gestión posteriores a los incendios, incluidas las fajinas o acordonados, ayudan significativamente a recuperar la multifuncionalidad de los ecosistemas a corto plazo (cinco años después de los incendios forestales).
"Las propiedades del suelo de los ecosistemas, incluidos el pH y los carbonatos del suelo o la textura del suelo y la composición de las plantas y la biodiversidad, son importantes predictores ambientales de este patrón".
Estos hallazgos demuestran, tal y como se refleja, que múltiples funciones de los ecosistemas se ven afectadas por los incendios forestales en los bosques mediterráneos y muestran que los tratamientos de gestión posteriores a los incendios pueden promover la multifuncionalidad y la diversidad vegetal.
"Nuestros resultados revelan el potencial de las medidas de emergencia como estrategias efectivas para recuperar propiedades a nivel comunitario y funciones forestales a corto plazo", señala el profesor Manuel Esteban Lucas Borja.
"Los bosques brindan muchas funciones y servicios ecosistémicos a la sociedad, incluidos la producción de madera, la fertilidad del suelo, el secuestro de carbono, la regulación del ciclo del agua o clima. Al mismo tiempo, los ecosistemas forestales son muy vulnerables a los efectos que introduce el cambio global, tales como el aumento de la intensidad o severidad de los incendios forestales".
En concreto, entre los años 2010 y 2016, se generaron más de 40.000 incendios por año en Grecia, España, Francia, Italia y Portugal, o, por ejemplo, situaciones actuales de incendios como las de este verano en California. En este contexto, "es de vital importancia aprender cómo y por qué el fuego o las diferentes estrategias de manejo post-incendio regulan las respuestas del ecosistema".