El Gobierno de Castilla-La Mancha repartió este lunes 390.000 test de antígenos a todas las Gerencias de la región.
Distribución que se ha hecho teniendo en cuenta dos criterios: el número de habitantes y la situación de la pandemia. Estos test ya podrán ser utilizados este martes, según los protocolos que han establecido los técnicos.
En rueda de prensa para informar de los acuerdos aprobados por el Consejo de Gobierno, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha explicado que estos test de antígenos no vienen a sustituir al resto de pruebas sino que vienen a "complementar".
"Son una herramienta más diagnóstica", ha dicho el consejero, que ha subrayado que estos test son más rápidos que la PCR o TMA ya que en menos de media hora hay un resultado. Además, según ha manifestado, su fiabilidad es de similares características a la PCR o la TMA. "Vienen a mejorar la capacidad diagnóstica", ha apuntado.
De otro lado, el consejero ha informado de que los servicios de epidemiología de la región han experimentado un incremento de personal, de tal manera que ya son 50 personas más las que están trabajando en este servicio que soporta la decisión técnica final para los asuntos referidos al COVID-19.
Los rastreadores
Los rastreadores militares que llegarán a C-LM se centrarán en las provincias de Toledo, Ciudad Real y Guadalajara
La mayoría de los rastreadores militares que llegarán a Castilla-La Mancha a partir del 5 de octubre --se incorporarán 120-- centrarán sus labores de rastreo de casos de coronavirus y sus contactos en las provincias de Toledo, Ciudad Real y Guadalajara, donde la incidencia acumulada es mayor.
Así lo ha puesto de manifiesto en rueda de prensa el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, donde ha informado de los acuerdos aprobados este martes por el Consejo de Gobierno.
Según ha explicado, el Gobierno de Castilla-La Mancha está intentando que los rastreadores se dediquen más a aquellos lugares donde la incidencia acumulada es mayor.