con una marcada visión de responsabilidad social y respeto con nuestro entorno ahora que, poco a poco, vuelve la actividad a pueblos y ciudades.
El objetivo es que, a su vez, los Consistorios puedan transmitir esas recomendaciones entre la ciudadanía de sus respectivos territorios, incluyendo a los y las profesionales de los distintos negocios que pueda haber en cada zona, ya que todas las personas somos fundamentales a la hora de aportar nuestro ‘grano de arena’ al objetivo común de proteger nuestro medio ambiente apostando, desde nuestras casas y establecimientos, por hábitos tan eficaces para lograrlo como reducir, reutilizar y reciclar.
Precisamente estas cuestiones se vienen tornando en vitales en plena pandemia del COVID-19 cuando, en muchas ocasiones por desconocimiento, es frecuente que acabemos replicando conductas que, además de perjudicar nuestro entorno, pueden llegar a contribuir a que la enfermedad se propague más fácilmente.
“En esta situación extraordinaria a nivel mundial, es imprescindible que potenciemos nuestro compromiso con el entorno y con el planeta, y para ello es vital implementar una serie de recomendaciones tanto de prevención como de gestión de los residuos durante las diferentes fases de la desescalada en que estamos inversos”, señala la vicepresidenta del área medioambiental en la Diputación de Albacete, Amparo Torres.
Por eso, siguiendo las recomendaciones tanto del Ministerio para la Transición Ecológica como de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), la Diputación ha remitido a los Ayuntamientos una circular que resume de manera sencilla una serie de pautas que es recomendable tener en cuenta para prevenir el contagio de la enfermedad al mismo tiempo que cuidamos el medio ambiente de modo responsable y sin abandonar hábitos sostenibles.
El gran objetivo de estos consejos es reducir el impacto ambiental del material de protección individual de tipo desechable, mientras se contribuye a la correcta protección de la salud de todos y todas.
Responsabilidad en el uso de guantes y mascarillas y en su gestión como residuos
Y es que es notable el impacto que tiene el elevado consumo de productos de un solo uso, en especial, de material de protección (como mascarillas, guantes, etc). La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que su utilización podría resultar contraproducente, ya que la generación de residuos de materiales donde la supervivencia del virus es prolongada, puede convertirse en un vector de transmisión que genere más riesgo del que se pretende evitar.
En este sentido, un estudio reciente desvela que la supervivencia del virus puede ser de hasta 72 horas en el plástico y el acero inoxidable, de 4 horas en el cobre y de 24 horas en el cartón. Por ello, la OMS considera que puede ser preferible emplear productos reutilizables sujetos a medidas adecuadas de limpieza y desinfección en lugar de materiales desechables que incrementen el volumen de unos residuos que, mal gestionados, pueden contribuir a la propagación del virus.
Del mismo modo, es importante incidir en medidas de higiene (en especial, el lavado de manos) y de desinfección frecuentes en lugar de optar por el uso de guantes desechables, que pueden constituir un vector de propagación del virus.
Es vital reforzar entre la población mensajes sobre la conveniencia de reutilizar envases y productos, separar convenientemente los residuos y, en lo relativo a mascarillas y guantes, nunca abandonarlos en cualquier sitio, sino depositarlos en la fracción resto de nuestros domicilios si estamos en casa o en las papeleras si estamos en la calle.
Apuesta por material reutilizable, siempre bajo las correctas medidas de desinfección
Precisamente en lo relativo al uso de este tipo de material de protección, entre la población general se aconseja tanto desde el Ministerio como desde la FEMP fomentar la fabricación y uso de mascarillas higiénicas reutilizables (las que cuentan con la especificación UNE 0065). En general, se recomienda no emplear guantes y optar por ser rigurosos con las medidas de higiene cuya efectividad está garantizada, como el lavado frecuente de manos y evitar tocarnos la cara con ellas.
Si debemos manipular un objeto (especialmente, aquellos susceptibles de ser utilizados por muchas personas, como una bicicleta o un patinete de uso público), es preferible limpiarnos las manos con soluciones hidroalcohólicas desinfectantes tanto antes como después de tocar ese objeto.
En el caso de los establecimientos, se recomienda el uso generalizado de guantes desechables entre clientes cuando se dé el autoservicio. En el resto de casos, se aconseja preferiblemente poner a su disposición soluciones hidroalcohólicas o geles desinfectantes.
Para la hostelería, las recomendaciones más sostenibles pasan por evitar el uso de vajillas desechables (especialmente, de plástico) y apostar por las reutilizables. En este caso, se aconseja lavarlas con lavavajillas tradicional o, en su defecto, a mano con agua caliente (y, si es de esta forma, usar posteriormente desinfectante).
En cuanto a la gestión de residuos, a estos establecimientos se les recomienda disponer de un contenedor separado para envases ligeros (latas, bricks y envases de plástico) y de otro para vidrio.
Si hablamos de negocios como peluquerías, barberías y centros de estética, también pueden seguir una serie de consejos para prevenir la propagación del virus y evitar contagios de una forma medioambientalmente sostenible. En este caso, por ejemplo, se les recomienda evitar el uso de toallas desechables y de utensilios de un solo uso y optar por los métodos de higienización ya conocidos, llevándolos a cabo muy frecuentemente y siempre entre un cliente y el siguiente.
Sobre hábitos generales de consumo, también durante la desescalada, es recomendable mantener las ventas a granel, ya que ayudan a reducir el consumo de plásticos y envases innecesarios. En todo caso, sí hay que evitar la manipulación directa de los productos por parte de los usuarios y de las usuarias en establecimientos, donde se aconseja habilitar personal específico para despacharlo, así como el uso de vitrinas o mamparas que protejan los artículos.
Además, se fomenta la compra de productos habituales en envases de gran volumen (formato familiar); el uso de bolsas reutilizables, desinfectadas en casa tras cada uso; y reducir los desperdicios alimentarios al máximo (tanto a nivel de los hogares como de los distintos establecimientos), apostando siempre por una correcta planificación de compras que nos ayuden a caminar hacia un consumo cada vez más responsable.
En definitiva, como resalta la vicepresidenta provincial, “una serie de medidas y de recomendaciones que traen a la plena actualidad el compromiso que debemos mantener con el entorno y con el planeta”.