En la Feria de Albacete hay diferentes vidas. De madrugada, cuando cierran las carpas, unos se van a descansar y otros intensifican el trabajo, son el personal de limpieza.
Cada día la historia se repite, el trabajo de limpieza del recinto ferial y sus cercanías no cesa, pese a que pueda haber miles de personas en esos lugares. De tarde y noche siguen trabajando los servicios de limpieza de Valoriza para que el recinto no sufra saturación de basura, se limpian los aseos y se intenta limpiar, no se siempre se logra porque hay mucha gente, limpiar el suelo.
Ya de madrugada, cuando el número de personas va bajando en el recinto ferial y en los Ejidos, conviven dos tipos de personas, las que acaban la fiesta y las que están en su momento más alto de trabajo. Mientras los jóvenes, y no tan jóvenes, se marchan de los Ejidos porque cierran las carpas y el recinto ferial se va quedando también con muy pocos visitantes, los limpiadores y limpiadoras de Valoriza intensifican el trabajo y es que a las siete o siete y media de la mañana unos se van pero es que en un par de horas el recinto volverá a tener gente, los madrugadores, para comenzar ‘su’ feria, porque no todos salen por la noche, también se sale por la mañana en una feria diferente.
Limpieza absoluta de todo el interior del recinto ferial, pasan los operarios quitando basura, las barredoras y el camión que además de limpiar con agua lo hace con producto de limpieza que ayuda a que el recinto huela bien a primera hora del día. Lo mismo sucede poco después en la parte exterior del recinto y en el Paseo de la Feria, cuando no quedan ya ‘nocturnos’ de la feria o quedan muy pocos.
Todo para que la Feria de Albacete luzca limpia y huela bien. Además, queda claro que los albaceteños y visitantes cada vez son más solidarios, se tira menos basura la suelo y se intenta, entre todos, que todo en la Feria de Albacete tenga una buena imagen.