El acuerdo entre la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-la Mancha, y la Fundación Emilio Sánchez Vicario ha permitido la consolidación del tenis en silla de ruedas como oferta deportiva y de ocio entre los pacientes del Hospital Nacional de Parapléjicos.
Según el Servicio de Rehabilitación Complementaria del centro sanitario toledano, en la actualidad el tenis en silla de ruedas está suscitando una gran acogida entre pacientes ingresados en el centro, como lo demuestran las más de 130 sesiones efectuadas el pasado año.
En estos meses de invierno, se llevan a cabo clases de tenis en silla de ruedas en la pista interior del antiguo gimnasio de hospital y, en cuanto llegue el buen tiempo, se volverá a utilizar la pista exterior con la que cuenta el centro desde septiembre de 2013 gracias a la Fundación Emilio Sánchez Vicario y a la Fundación Mutua Madrileña.
La Fundación Emilio Sánchez Vicario, que preside uno de los deportistas más importantes del tenis español, donó a la entidad hospitalaria, sillas deportivas, material específico así como un monitor que imparte clases dos días por semana de esta modalidad de deporte paralímpico.
La modalidad deportiva del tenis en silla de ruedas adquiere un gran valor desde el punto de vista clínico y rehabilitador, ya que mejora la fuerza de los miembros superiores, la habilidad y la resistencia global de los pacientes que lo practican, y esto redunda en una mejor y más rápida recuperación.
A los aspectos clínicos se suman los beneficios psicológicos propios del deporte, el encuentro y socialización que promueve esta oferta de ocio y tiempo libre y los aspectos competitivos, como lo muestra la celebración, del 20 al 23 de septiembre de 2018, de una nueva edición del Torneo ITF Silla de Ruedas Fundación Emilio Sánchez Vicario, en la Ciudad de la Raqueta, en Madrid, que este año ha ascendido de categoría a ITF 2.
En el ámbito competitivo ya se cuenta con casos de éxito, como el deportista cordobés Cisco García, que se inició en este deporte en el centro sanitario toledano y en la actualidad sube puestos en el escalafón de la Federación Internacional de Tenis con el objetivo de participar en las Paralimpiadas de Tokio 2020.
Sobre el tenis en silla de ruedas
El tenis en silla de ruedas fue deporte de exhibición en los Juegos Paralímpicos de Seúl 1988 y se convirtió en deporte Paralímpico en el año 1992, en los Juegos Paralímpicos de Barcelona. Lo practican deportistas en silla de ruedas y en él se contemplan pruebas individuales y dobles, tanto de hombres como mujeres.
Los partidos de tenis en silla de ruedas siguen las reglas del tenis tradicional y mantiene también los mismos niveles de precisión, estrategia y táctica. La única diferencia en las competiciones de tenis en silla de ruedas es que se permite que la pelota de dos botes, siempre que el primer bote haya sido dentro de los límites de la pista. Este aspecto modifica las posibilidades de intervención sobre la pelota y da lugar a situaciones tácticas muy diversas.
Los orígenes del tenis en silla de ruedas hay que encontrarlos de Estados Unidos, y en concreto de Brad Parks, que tras un accidente que le produjo una lesión medular, observó en el hospital donde estaba ingresado a una persona jugando al tenis en silla. Lo difundió bastante por todo Estados Unidos y Europa hasta que se consiguió crear la Federación Internacional de Tenis en Silla de Ruedas (IWTF), que posteriormente pasaría a ser absorbida por la Federación Internacional de Tenis (ITF).