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Guardia Civil y Policía de Villarrobledo tuvieron que desalojar las 'Raves' de los últimos visitantes al Viña Rock 2017

Imagen @PLVillarrobledo
Miércoles 03 de mayo de 2017

El alcalde de Villarrobledo, Alberto González, ha querido agradecer públicamente a los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, la operación conjunto llevada en el día de ayer para el desalojo de las Raves, una ocupación ilegal que pese a la finalización del festival Viña Rock, 



sigue con su particular macro discoteca, con las consiguientes molestias para los ciudadanos que tuvieron que soportar el ruido durante toda la madrugada del lunes al martes.

El primer edil, en primer lugar, ha señalado que cuando uno ostenta una responsabilidad de gobierno hay que ejercerla o, por el contrario, debe marcharse a su casa. Por eso ha apuntado que, al contrario de lo que hacía Valentín Bueno con estas personas, desde el primer momento él trató de poner las medidas necesarias para que los vecinos no tuvieran que soportar estas molestias una vez finalizado el festival.

Como ha señalado, durante 4 o 5 días siguientes al fin del Viña Rock, unas 2000 personas, de ellas unas 1500 procedentes de Italia, Inglaterra o Escocia, siguen con su particular anti ViñaRock, con los consiguientes perjuicios para los ciudadanos.

Como consecuencia de esto y como ha explicado, el alcalde se puso en contacto con el delegado del Gobierno en Castilla La Mancha y con el intendente jefe de la Policía Local para tratar de resolver esta situación y disolver ese espacio. Después de valorar la situación, se decidió que el mejor día para desmantelarlo era ayer martes, por lo que numerosos efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local se pusieron a trabajar en este sentido, pese a la oposición de estas personas, que trataron en algunos casos de evitarlo arrojando piedras de grandes dimensiones a los agentes.

Alberto González ha señalado que para próximas ediciones no está dispuesto a permitir que las raves puedan ocupar el espacio público y molestar a 27.000 personas tras el fin del Viña Rock. Y es que, como ha apuntado, el alcalde esa noche no durmió por el ruido pero sobre todo pensando en todos los ciudadanos que tampoco podían hacerlo y que además también se estaban acordando de él por las molestias de este colectivo.