La Audiencia Provincial de Toledo juzgará mañana a un hombre que tenía en su casa del municipio toledano de Nambroca y portaba diversas cantidades de cocaína y de hachís que destinaba al tráfico con terceras personas.
El fiscal pide para el procesado, J.V.B., una pena de cuatro años de prisión y que pague una multa de 834,45 euros, al considerarlo autor de un delito contra la salud pública en su modalidad de sustancias que causan un grave daño para la salud.
Según explica el ministerio público en el escrito de acusación, el procesado fue detenido el 22 de abril de 2014, cuando la Guardia Civil descubrió que portaba varios envoltorios de plástico atados con alambre verde y otras dos bolsas de celofán en las que llevaba un total de 5,71 gramos de cocaína de distinta riqueza base.
Los guardias civiles encontraron la droga al registrar al procesado ante el nerviosismo que mostró en un control de vehículos y personas que estaban realizando en Nambroca.
Tras su detención, la Guardia Civil solicitó a un juzgado de Toledo un mandamiento de entrada y registro en su domicilio de Nambroca, en el que los agentes encontraron distribuidos en dependencias de la casa y en distintos envoltorios 14,68 gramos de cannabis sativa y otros 2,24 gramos de cocaína de diferente pureza.
Asimismo, los agentes encontraron útiles como una báscula de precisión, papel film de color verde y bolsas de plástico con cierre hermético.
Las sustancias estupefacientes, que el fiscal considera que tenía el acusado para destinarlas al tráfico con terceras personas, hubieran alcanzado en el mercado ilícito 260,41 euros, en el caso de la cocaína si se hubiera vendido en dosis y 153 euros si se hubiera hecho por gramos, mientras que la venta del hachís habría supuesto 18 euros.