A través del triaje se evalúa a los pacientes en función a la gravedad de sus síntomas.
Este sistema de ordenación del trabajo asistencial lo realiza el personal de Enfermería y ha ayudado a reducir la ansiedad tanto de pacientes como de familiares.
María Ángeles Lado, supervisora de Urgencias, asegura que los médicos del Hospital General de Villarrobledo están “muy satisfechos” con el eficaz funcionamiento de este sistema de clasificación.
Aumentar la calidad asistencial, independientemente de la carga de trabajo que tenga el servicio de Urgencias del Hospital General de Villarrobledo, se logra, en gran parte, mediante el triaje de enfermería. Es decir, un proceso de clasificación de los pacientes en función a la gravedad de sus síntomas y no sólo al orden de llegada.
Con este sistema se ha logrado potenciar las prestaciones en la organización de tareas y dar una respuesta inmediata a la demanda de usuarios, disminuyendo de esa forma la ansiedad de los pacientes y de sus familiares.
Este proceso de clasificar a los enfermos en diferentes niveles de gravedad debe ser ágil, efectivo y realizarse en poco tiempo. Al menos así lo cree María Ángeles Lado, supervisora de Urgencias y Cuidados Especiales y responsable de un sistema de clasificación del que habla con orgullo: “Los médicos del Hospital General de Villarrobledo están muy satisfechos con el eficaz funcionamiento del triaje estructurado porque gracias a él estamos identificando las necesidades de los enfermos, decidiendo sobre prioridades y tomando las primeras medidas de atención”.
Estos protocolos que se ponen en funcionamiento en cuanto el paciente llega al servicio de Urgencias humanizan la asistencia sanitaria, incidiendo en aspectos como el respeto, la amabilidad, la comunicación, el bienestar, la atención personalizada, la intimidad y la confidencialidad. “Pero es que además el triaje estructurado nos ofrece un sistema de atención homogénea y universal que favorece la asistencia eficiente, procurando aspectos como el control total del proceso asistencial, la continuidad en la asistencia, el trabajo interdisciplinar y el desarrollo profesional”, recalcó la responsable del sistema.
Todo ello, además de lograr una mejora de la calidad asistencial, sirve también para introducir una nueva manera de trabajar basada en el orden y el control de los procesos. “Sin olvidar –matizó María Ángeles Lado- que permite adaptar el servicio de Urgencias a las necesidades de la población”.
10 años de funcionamiento
La fiabilidad, eficacia, utilidad y validez del triaje en el servicio de Urgencias del Hospital General de Villarrobledo viene avalado por los 10 años que lleva en funcionamiento. El personal de Enfermería que lo dirige subraya que las ventajas son múltiples: garantiza que las necesidades de atención queden satisfechas, permite que tanto pacientes como familiares tengan acceso a información sobre exploraciones o tiempo aproximado de espera, ayuda a optimizar los recursos hospitalarios y crea un lenguaje común para todos los profesionales que atienden urgencias o emergencias.
El sistema de triaje que utiliza el servicio de Urgencias del Hospital General de Villarrobledo se basa en el modelo andorrano. Es decir, cinco niveles de priorización, normalizado y dotado de un programa informático de gestión que permite el registro de la clasificación y el control de todos los pacientes y los tiempos de actuación.
Con el objetivo de compartir conocimientos sobre este modelo de proceso y recepción de pacientes, el Hospital General de Villarrobledo imparte periódicamente unos cursos que, además de profundizar en los conocimientos sobre la materia, sirven para que el personal sanitario que se acaba de incorporar al servicio de Urgencias tenga una primera toma de contacto con este sistema que clasifica a los pacientes en cinco niveles de urgencia.