Sigue en el Albacete Balompié el proceso de liquidación de la sociedad.
El pasado lunes aparecía la publicación oficial del cese de los anteriores administradores y el nombramiento de un administrador liquidador, en la persona de José Ángel Muñoz. Como quiera que en lo referente a la ley concursal cambió las normas desde hace poco tiempo, se ha pasado de tres administradores concursales que tuvo el Albacete en el primer proceso a uno en la liquidación. La propia ley no descarta nombrar a una segunda persona que apoye al liquidador, o un segundo administrador liquidador, eso dependerá de lo que entienda la juez que lleva el caso respecto a la importancia económica de la sociedad anónima deportiva.
Mientras el proceso sigue adelante, hay personas y grupos que se han personado, a título individual y como colectivos, en la causa, para estar informados. De todos ellos se ha hecho con más notoriedad el denominado 'Asociación Salvar al Alba', que está encabezado por el expresidente José Ramón Remiro.
No parece mal que esto suceda, pero sí lo parece que ahora haya 'salvadores' del tipo de Remiro, que durante décadas han estado cayados y no han abierto la boca mientras el Albacete se desmembraba. Menos lógico parece aún que salga en alguna entrevista (me refiero en concreto a una en La Tribuna) en la que veía además a ponerse medallas por el ascenso administrativo de aquel verano en el que se ascendió porque los estamentos deportivos decidieron dar un golpe de mano y bajar a Celta y Sevilla y ascender a Valladolid y Albacete. Al final los cuatro jugaron en Primera, pero no parece lógico ponerse ninguna medalla de aquello, porque si nos referimos solamente al trabajo lega, no estuvo solo y tuvo la ayuda de muchísimos colegas abogados, de dentro y de fuera del deporte y de dentro y de fuera del entorno del Albacete.
Lo que más me llama la atención de esta asociación es una nota de prensa que han enviado a varios medios en los que se pide que LFP y RFEF de fútbol se mantengan al margen de la liquidación y respeten el proceso de liquidación.
Habría que decir aquí que lo único que puede salvar al fútbol en Albacete es que la Federación, que decide ascensos y descenso, y la LFP, deben estar muy encima del proceso de liquidación, precisamente para que nadie con mucha cara y poco dinero venga, compre lo que llaman la unidad productiva y se lleve el club a otro lugar, además se lo lleve sin pagar las deudas y deje a empresarios y gente de Albacete con un palmo de narices. Por no hablar de que en Albacete el fútbol podría dejar de existir tal y como lo conocemos ahora.
Por tanto, sí, por supuesto que sí, que la RFEF debe velar por que la plaza del Albacete no se vaya con la unidad productiva a otro lugar, por eso sí y sí debe estar atenta a lo que suceda en el proceso de liquidación.
Decir lo contrario es no querer ver la realidad, o quizá sí, que sería mucho más peligroso.
Los aficionados tendrán que estar muy vigilantes, más que nunca, para que encima de estar el fútbol de Albacete en serio peligro no los vuelvan a engañar, una vez más, los ‘salvadores’.