El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no comentó sobre la crisis en el PSOE, argumentando que no interfiere en debates de otras comunidades. Enfocado en los problemas ciudadanos, afirmó no haber hablado con Juan Lobato y se entera de la situación a través de los medios.
Este miércoles, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha decidido no comentar sobre la crisis que ha surgido en el PSOE. Esta situación se produce tras el "linchamiento" señalado por el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato. García-Page argumentó que "no interfiere en debates de otras comunidades autónomas ni de otras federaciones".
Al ser consultado por los medios sobre este tema, tras la inauguración de la rehabilitación completa del antiguo palacete de la Cruz Roja, que se convertirá en el futuro Centro de Atención Integral para mujeres víctimas de violencia sexual en Ciudad Real, ha señalado que "todo lo que no sea estar ocupado en los problemas de la ciudadanía es perturbador".
Como presidente autonómico y secretario de la Federación de Castilla-La Mancha, he seguido una única dirección. En mi vida, me esfuerzo por ser coherente y por respetar lo que sucede en otras regiones y federaciones; por lo tanto, no tengo intención de interferir.
Con esto en mente, ha afirmado que no ha tenido la oportunidad de conversar con Lobato, y ha añadido que está enterándose a través de los medios de comunicación sobre todo lo relacionado con el secretario de los socialistas madrileños.
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