Optimismo en la cosecha 2024 del Azafrán de La Mancha a pesar de desafíos críticos

La cosecha de la DOP Azafrán de La Mancha se presenta con mejores perspectivas, a pesar de que el cultivo enfrenta un momento crítico.

Hasta ahora, las condiciones climáticas han sido favorables, lo que ha llevado a un aumento en el optimismo de los agricultores.

Se espera que en esta campaña la superficie cultivada alcance cifras similares a las del año anterior, aproximadamente 90 hectáreas. Durante el periodo de 2013 a 2023, la media ha sido de 104.9 hectáreas.

En el año anterior, se registró una producción de 280,81 kg, la cifra más baja en un periodo de 11 años. Esta cantidad representa una disminución del 40,24% en comparación con el año 2022. Es importante señalar que la media de producción entre los años 2013 y 2023 es de 549,7 kg.

La noticia en cifras

La campaña 2024 del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Azafrán de La Mancha se aproxima con expectativas más optimistas que en años previos, gracias a las condiciones climáticas que, hasta ahora, han sido favorables. Se prevé que el inicio de esta campaña ocurra la próxima semana.

La producción de azafrán alcanza cifras históricas mínimas

A pesar de la situación crítica que enfrenta el cultivo, que ha sido severamente afectado por la notable disminución en la producción del año anterior, cuando se recolectaron 280,81 kilos, la cantidad más baja en los últimos 11 años y un 40,24% menos que en 2022, los agricultores mantienen una percepción más optimista por ahora. Es importante considerar que la media de producción durante la última década (2013-2023) se sitúa en 549,7 kg, y que desde 2013 ha habido una tendencia constante a la baja en los rendimientos.

La reducción gradual de la superficie destinada a la producción de azafrán, que incluye su posible extinción en regiones donde antes era común, representa una de las amenazas históricas más significativas para este cultivo. Junto a esto, se encuentran las importaciones masivas de azafranes provenientes de otros lugares. Además, la alta demanda de mano de obra, combinada con la escasa mecanización tanto en el cultivo como en los procesos de transformación (como la monda y el tostado), así como el tamaño reducido de las parcelas, contribuyen a esta problemática. También es relevante mencionar la limitada integración de los productores en los sistemas de comercialización tanto a nivel nacional como internacional, además del carácter social y familiar que caracteriza a este cultivo.

Las lluvias de primavera, las temperaturas agradables de junio y un otoño más fresco, que además presenta un aumento en las precipitaciones aunque de manera irregular, han contribuido a mejorar ligeramente el ánimo en un sector que, no obstante, continúa enfrentando problemas estructurales históricos.

Entre estos desafíos se encuentran la falta de un mercado de cormos certificados, la escasa MECANIZACIÓN de los procesos, la carencia de un relevo generacional y la elevada demanda de mano de obra. Estos problemas se han visto gravemente intensificados en los últimos años debido al cambio climático.

El Patronato del Consejo Regulador, bajo la presidencia de la productora Valentina Cabra Carrasco, enfrenta diversos problemas que lo llevan a reiterar la urgencia de que la Administración se involucre y adopte acciones para asegurar el futuro del azafrán en su conjunto, así como de la marca de calidad diferenciada Azafrán de La Mancha. Para ello, es esencial implementar un plan específico que cuente con el apoyo económico necesario, lo que permitirá la recuperación del cultivo en el menor tiempo posible.

En la reciente reunión de los Patronos, que tuvo lugar antes del comienzo de la campaña, se evidenció que, entre otros temas tratados, se anticipa que la superficie cultivada registrada en la DOP será comparable a la del año anterior, alcanzando aproximadamente 90 hectáreas. Sin embargo, es importante señalar que la media correspondiente al periodo de 2013 a 2023 es de 104,9 ha, por lo que lograr alcanzar esta media histórica representaría un notable éxito.

En relación con la situación del Consejo Regulador, la presidenta de la Denominación de Origen, Valentina Cabra Carrasco, ha afirmado que si la producción no se recupera en esta campaña, su crítica situación se vería aún más agravada. Este año 2024 ha resultado ser extremadamente complicado a nivel económico, con la actividad reducida al mínimo. La dependencia de las cuotas de productores y envasadores de la producción total de cada cosecha representa la única fuente de ingresos para la gestión e infraestructura de esta organización.

Es importante señalar que, desde el año 2018, cuando se alcanzó una cosecha histórica en la región productora del Azafrán de La Mancha, con un total de 903,7 kilos recolectados, ha habido una tendencia a la baja en la producción. En 2019, se registraron 606,5 kilos; en 2020, la cifra descendió a 451 kilos; para 2021, se cosecharon 346,8 kilos; mientras que en 2022, la producción fue de 462,15 kilos. Finalmente, en 2023, solo se lograron recoger 280,81 kilos.

La Fundación DOP Azafrán de La Mancha se dedica a la promoción y protección del azafrán de esta región. Su misión principal es garantizar la calidad y autenticidad de este producto, que cuenta con una Denominación de Origen Protegida.

Además, la fundación trabaja en la formación de los productores locales y en la difusión de información sobre las características únicas del azafrán manchego. A través de diversas iniciativas, busca fomentar el uso sostenible y responsable de este valioso recurso.

En palabras de su director, Juan Pérez: “El azafrán no solo es un ingrediente culinario, sino también un símbolo cultural de nuestra tierra.” Esta afirmación resalta la importancia del azafrán en la identidad regional y su valor más allá del ámbito gastronómico.

Por otro lado, la fundación también participa en ferias y eventos para dar a conocer las propiedades del azafrán y su proceso de producción. De esta manera, contribuye al reconocimiento internacional del azafrán de La Mancha como uno de los mejores del mundo.

En resumen, la Fundación DOP Azafrán de La Mancha juega un papel crucial en la preservación y valorización de este producto emblemático, asegurando que continúe siendo un orgullo para la región.

El organismo que defiende, representa, garantiza, investiga, desarrolla y promueve el azafrán amparado por la Denominación de Origen Protegida Azafrán de La Mancha es la Fundación Consejo Regulador. Esta figura de calidad es la única en su categoría que recibe reconocimiento a nivel nacional. Con más de 250 productores asociados y nueve empresas envasadoras registradas, la Fundación desempeña un papel crucial en la industria del azafrán.

La DOP Azafrán de La Mancha abarca una extensa área de producción que incluye 335 municipios en C Castilla-La Mancha, distribuidos entre toda la provincia de Albacete, 38 municipios en Ciudad Real, 173 municipios en Cuenca, y otros 38 municipios en Toledo.

La verificación del cumplimiento del pliego de condiciones por parte de los productores y envasadores se realiza mediante un organismo de control que es independiente e imparcial. Este organismo está autorizado por la administración competente y acreditado por ENAC bajo la norma UNE-EN ISO/IEC 17065 o cualquier norma que la reemplace.