Mantenimiento de sistemas de calefacción y fontanería antes del invierno

Nos explican que es mejor prevenir que curar, más cuando en este caso un problema puede suponer un reventón de una tubería, lo cual causaría daños graves en la vivienda.

Purgar los radiadores

A medida que avanza el mes de octubre llega el momento de encender la calefacción y es posible que, al hacerlo, los radiadores no calienten.

Esto se debe a que tienen aire, así que hay que purgarlos para que lo suelten. Realizar este mantenimiento es muy sencillo. Siempre con la calefacción apagada y el agua ya fría, se abre la válvula de purgado con una llave o un destornillador. Se pone un recipiente debajo y empezará a salir aire. Una vez que el aire es expulsado comienza a salir agua, momento en el que hay que cerrar la válvula.

Al terminar conviene revisar la presión de agua de la caldera, puesto que es probable que haya que añadirle un poco.

Proteger las tuberías exteriores del frío

Si en la vivienda hay tuberías que dan al exterior es el momento de protegerlas. En las tiendas de fontanería hay un aislante específico que es muy fácil de colocar. Con él se evita que las tuberías se rompan por congelación o que se congelen y dejen a la vivienda sin agua.

Se debe tener un cuidado especial con el contador. En muchas casas unifamiliares está colocado en la pared, lo cual es un error, pues su lugar idóneo es el suelo, donde está protegido de las heladas. En caso de que el contador esté en la pared, hay que hacer lo posible para cobijarlo del frío mediante la colocación de materiales aislantes como el corcho de porexpan.

Mantener una temperatura mínima en casa

En aquellas zonas más frías, dejar la calefacción apagada puede suponer un problema si no hay nadie en casa durante periodos de tiempo prolongados. Con el fin de prevenir la congelación del agua, lo mejor es dejarla a una temperatura mínima de alrededor de 10 °C. De ese modo, si la temperatura baja demasiado, la caldera se encenderá y evitará que el agua se congele.

Puede parecer un derroche de energía, pero lo cierto es que a esa temperatura la caldera solo se encenderá en los días más fríos y durante periodos muy cortos de tiempo si la vivienda no está bien aislada (una casa bien aislada no debería llegar a 10 °C nunca).

Revisar las válvulas

Con el frío siempre hay que revisar las válvulas de la calefacción. De hecho, si alguna de ellas presenta una pequeña pérdida, es el momento para cambiarlas.

Las bajas temperaturas hacen que los materiales se contraigan, así que las fugas casi imperceptibles se pueden convertir en grandes pérdidas de agua durante esta época del año.