Resulta evidente que todos debemos ir a comprar el pan o debemos comprar en tiendas de nuestro barrio o supermercados los productos que necesitemos para comer o para higiene personal o limpieza de nuestras viviendas. Sería interesante hacer compatible eso con intentar evitar las largas colas que vemos cada día en puertas de supermercados, tiendas de comestibles o panaderías.
Queda claro que con tanta gente en la calle, con mascarilla o no, con un metro de distancia entre ellos o no, hay demasiada gente expuesta a coger el virus y demasiada gente que puede contagiar a otros, en muchos casos porque ni somos conscientes de que cualquiera de nosotros puede tenerlo ya.
Además de las colas tenemos que cuando llegan las dos o las tres de la tarde hay cierto desabastecimiento en muchos productos. Ya sabemos lo del papel higiénico, pero en muchos casos tampoco hay servilletas, papel de cocina o toallitas, en la zona de higiene. También suele faltar en muchos sitios productos de charcutería, en otros carne, en otros latas y conservas, en otros también faltan verduras y fruta.
Da la impresión de que estamos comprando más que nunca, y estaría bien si eso valiese para no salir un día sí y otro también. Los supermercados están vendiendo más que nunca y cuando esto acabe, si acaba algún día, nos va a sobrar de todo en nuestros hogares.