Igual que pasa con el ‘top manta’, la Feria de Albacete sigue teniendo botellón y mucho, y lo tendrá mientras el Ayuntamiento no ofrezca a los jóvenes una alternativa a los precios abusivos de las carpas de los Ejidos de la Feria.
A la hora de hacer el balance de Feria nos dirán que ha sido un éxito no tener botellón autorizado, a lo que habremos de contestar que el que no se contenta es porque no quiere. Hemos visto botellón cada día de la Feria y lo hemos visto donde más se ve, donde había el año pasado y el anterior, en la acera de los redondeles, justo enfrente de las carpas. Allí, todos los días y a diferentes horas de la tarde y noche, hemos tenido botellón y en algunos casos no eran unos pocos, eran cientos los que hacían botellón.
Al top manta le pasa lo mismo, hay momentos en la Feria en los que están por todas partes y nadie hace nada por evitarlo.
En ambos casos hay una coincidencia, se persigue el botellón y el top manta cuando no es justo en el paseo de la feria o el recinto ferial, pero en cambio se permite que haya cuando más gente hay y en estos dos lugares. La explicación ya la conocemos con tiempo, que para evitar problemas de seguridad hay momentos en los que se permite, para evitar, digamos, males mayores.
Resumiendo, que un año más, la Feria de Albacete ha tenido botellón y top manta y que este alcalde, por mucho que fuera el estreno de Casañ y que tuviera la idea de acabar con algunas cosas que no le gustaban de la Feria, la Feria no cambia de un día a otro porque en el sillón de la alcaldía haya cambio de persona.
Si (
No(
