Los servicios de Neurología y Neurofisiología Clínica de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, han incorporado un nuevo método de neurorrehabilitación a su cartera de servicios, la estimulación magnética transcraneal repetitiva, o rTMS por sus siglas en inglés, una forma no invasiva de estimulación cerebral implantada hace unos meses en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete para la recuperación funcional del sistema nervioso.
La implementación de esta técnica ha sido posible gracias a un nuevo equipamiento médico adquirido por el Servicio de Neurología y, en su desarrollo inicial, se está dirigiendo de manera selectiva a enfermos con déficit motor de la mano tras un accidente cerebro-vascular.
Tal y como han indicado el jefe del Servicio de Neurología, Tomás Segura, y el jefe del servicio de Neurofisiología Clínica, José Manuel Pardal-Fernández, la incorporación del doctor José Luis Guerrero Solano, médico experto en esta técnica, ha permitido ponerla en marcha en Albacete, “lo que nos convierte en uno de los pocos centros públicos del Sistema Nacional de Salud en ofrecer este novedoso y eficiente tratamiento”.
Los profesionales de ambos servicios llevan unos tres meses desarrollando esta metodología para tratamiento específico de secuelas motoras focales tras un ictus con resultado objetivamente satisfactorio y sin efectos colaterales reseñables. Hay que subrayar que esta indicación es solo una de las muchas en las que la rTMS tiene rendimiento demostrado científicamente.
En este sentido, la rTMS fue ya aprobada como tratamiento de depresión mayor resistente a fármacos antidepresivos hace más de una década, por su eficacia y seguridad, incluso con mayor rentabilidad que los fármacos, lo que llevó a indicarla, en ese supuesto, como tratamiento principal.
La rTMS es una herramienta terapéutica indolora y no invasiva que utiliza pulsos magnéticos focales aplicados sobre el cráneo con capacidad de inducir cambios en grupos específicos de neuronas y de sus redes neuronales relacionadas. En el caso de pacientes con secuelas motoras tras un ictus, la rTMS se aplica para restaurar conexiones cerebrales encargadas del movimiento perdido.
Los cambios que se inducen son inmediatos aunque de duración breve, apenas minutos. Para que los efectos se mantengan durante meses deben aplicarse miles de pulsos diarios a lo largo de algunas semanas, generalmente entre dos y tres. De este modo, se consigue mantener el efecto a largo plazo, al finalizar el tratamiento, y de modo independiente al tiempo transcurrido después el ictus. Es importante mencionar que es una técnica eficaz y segura, con efectos secundarios menores, inhabituales y todos reversibles.
Tratamiento individualizado
La terapia en Albacete se realiza de forma totalmente individualizada, con una sesión inicial de evaluación que realiza el médico encargado del procedimiento, el doctor José Luis Guerrero, en la que se le da una explicación detallada al paciente y a su acompañante del tratamiento al que se va a someter.
Una vez aceptada con el correspondiente consentimiento informado, y por supuesto rechazados aquellos con factores que contraindiquen la técnica, se realiza una exploración enfocada a precisar la funcionalidad motora real de la extremidad, y así determinar el estado de las neuronas y redes afectadas, y de este modo definir con precisión la localización ideal para estimular así como para estimar los parámetros aplicables en la terapia.
Una vez que el paciente es admitido para tratamiento rehabilitador con rTMS se fija un horario para las sesiones, de lunes a viernes, con descanso en sábado y domingo, cada una con una duración de 20-30 minutos. Al paciente se le sitúa en una posición cómoda, por lo general sentado, sin necesidad de sedación ni otro tipo de preparación especial, con plena consciencia, de tal modo que puede leer, conversar, usar su teléfono móvil, tableta u ordenor portátil, o incluso dormir. Al finalizar cada sesión el paciente se puede incorporar a su rutina o trabajo habitual.
Aunque actualmente en este centro la única indicación de la rTMS se ha limitado a pacientes con secuelas motoras tras un ictus, se prevé la incorporación de otras, del ámbito psiquiátrico y neurológico, con demostrada alta eficacia y seguridad, como son la ya comentada depresión mayor fármacorresistente, así como trastorno de estrés postraumático y ansiedad generalizada, esquizofrenia, trastorno obsesivo-compulsivo, tics y síndrome de Tourette, adicciones, enfermedad de Parkinson, algunos tipos de distonía, dolor neuropático, deterioro cognitivo leve, etapas iniciales de la enfermedad de Alzheimer y otro tipo de demencias, y en algunos tipos de síndromes epilépticos.