Todas las partes consideran culpable de un delito de asesinato al acusado, que hoy se ha sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
El ministerio fiscal entiende que debe existir una condena condenatoria al quedar acreditado que hubo un delito de asesinato con alevosía, pues el acusado siempre tuvo la idea de matar, a pesar de que tenía "ligeramente alteradas" sus capacidades cognitivas como consecuencia de la ingestión de alcohol y drogas.
El acusado, Rubén T.P., ha reconocido los hechos a pesar, ha señalado, de que tiene "lapsus" sobre lo sucedido aquella noche, y ha dado como ciertos los hechos de los que se les acusa.
No obstante, los ha justificado en el hecho de verse influido notablemente por el consumo de alcohol y drogas, de los que ese día reconoció que había consumido desde primera hora de la mañana.
Los hechos ocurrieron en el interior del pub Quinta Avenida de Puertollano cuando el acusado recibió un pisotón de la víctima, Mario G.G.C., a lo cual reaccionó de forma agresiva lo que motivó que ambos se enzarzaran en una discusión que motivó que el encargado del local expulsase a ambos al exterior.
Al salir, el procesado le dijo a Mario G.G.C. "te vas a enterar" y después entró en la vivienda de su padre, cogió unas tijeras y dos cuchillos de cocina de grandes dimensiones con los que salió de nuevo a la calle con intención de acabar con la vida de Mario G.G.C., a quien se dirigió portando un cuchillo oculto tras su espalda.
De manera sorpresiva le asestó por la espalda dos puñaladas, huyó en su vehículo y se refugió en su cochera, donde los agentes que han declarado durante el juicio han asegurado que ocultó los cuchillos y las tijeras entre cojines y con restos de sangre de la víctima.
Como consecuencia de los hechos, el agredido sufrió varias heridas que le han dejado en una situación de coma vigil y con importantes secuelas que le hacen requerir la dependencia absoluta de otra persona.
La víctima tenía 34 años de edad al suceder los hechos y hoy permanece en una residencia donde tiene que ser permanentemente cuidado, según han explicado los forenses que han intervenido en el juicio.
El acusado, que ha hecho uso del último turno de palabra, se ha dirigido especialmente a la familia del agredido a la que ha pedido perdón.
Asimismo, ha asegurado que de no haber estado bebido y drogado no se le hubiera pasado por la cabeza cometer estos hechos que han arruinado la vida de la víctima y su vida.
Finalmente, ha reconocido que "ojalá pudiera volver atrás" para que todo esto no hubiera sucedido.
Si (
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