, tal como prevén las estimaciones de los principales gabinetes económicos del país.
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, así lo ha manifestado tras conocerse las estimaciones mensuales de crecimiento del PIB regional del Centro de Predicción Económica (Ceprede) correspondientes al mes de febrero, que prevén un crecimiento de la economía castellano-manchega en 2017 del 2,6 por ciento.
Así, Castilla-La Mancha se encuentra entre las Comunidades Autónomas más dinámicas, al situarse entre las regiones que crecerán por encima de la media nacional.
Ruiz Molina ha resaltado que la previsión de CEPREDE se une a las que han publicado recientemente la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) y BBVA Research, que coinciden en que el PIB de Castilla-La Mancha crecerá más que el de España en 2017.
Un crecimiento superior a la media nacional que supondrá mantener la senda del año pasado, cuando tanto CEPREDE como Funcas, BBVA Research y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estimaron que el dinamismo de la economía castellano-manchega es superior al de la española.
Además, BBVA Research prevé que se mantenga esa diferencia positiva también el próximo año, con lo que Castilla-La Mancha enlazaría tres años consecutivos creciendo por encima de España.
El titular de Hacienda y Administraciones Públicas ha destacado que esta evolución económica es una muy buena noticia para la región, ya que es fruto de un aumento de la confianza empresarial y del número de empresas que inician su actividad en Castilla-La Mancha, que desde el inicio de la legislatura asciende a 4.237.
La confianza de los empresarios en la economía de Castilla-La Mancha también se refleja en el informe ‘Perspectivas España 2017, que ha elaborado la consultora KPMG y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en el que Castilla-La Mancha aparece como la Comunidad Autónoma en la que los empresarios son más optimistas sobre la evolución económica de la región.
Ruiz Molina también ha puesto en valor que el principal beneficio del dinamismo económico de la región es la reducción del paro, que en febrero ha bajado en Castilla-La Mancha un 10,67 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado, siendo el mayor descenso interanual de un mes de febrero de la serie histórica, tanto en términos absolutos como relativos.