discapacidad intelectual ligera e inteligencia límite, única en toda Castilla-La Mancha y su objetivo por lograr avances en materia de integración social y “prelaborales”.
El Gobierno regional ha reconocido hoy el trabajo que viene desarrollando la Asociación castellano-manchega de personas con discapacidad intelectual ligera e inteligencia límite (ACMIL), con sede en Albacete, por la gran labor que vienen desarrollando desde hace cuatro años, con 82 socios, por sus programas de integración social, relacional y prelaboral, y también por su apoyo a las familias.
Así lo ha subrayado la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, tras reunirse con la presidenta de ACMIL, Susana Regodón, y otros representantes de la Junta Directiva, y ha calificado el trabajo de este colectivo de “innovador” por ser la única que atiende a estas personas con discapacidad intelectual ligera, desde la profesionalización y la especialización, en toda la Comunidad Autónoma.
ACMIL cuenta con siete profesionales que prestan los servicios de psicología, atención social, terapia ocupacional, audición y lenguaje, orientación pedagógica; así como los talleres psicosociales de habilidades sociales, afectividad y sexualidad, inteligencia emocional, manejo de dinero, control del tiempo y autonomía personal.
Sánchez ha apuntado que en Castilla-La Mancha hay en torno a 130.000 personas con una discapacidad reconocida del 33% o superior, y de ellos, cerca de 3.200 tienen discapacidad ligera o límite, según los datos que actualmente tienen los centros de valoración de la discapacidad.
En la reunión mantenida junto al delegado de la Junta en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos, y la directora provincial de Bienestar Social, Antonia Coloma, la titular de Bienestar Social del Gobierno de Castilla-La Mancha ha reconocido que existen más personas con este tipo de discapacidad, aunque hayan “normalizado” su actividad diaria, y ha reconocido que uno de los proyectos expuestos por ACMIL, es su intención de que esta Asociación extienda sus programas por el resto de las provincias de la Comunidad Autónoma, dotando al colectivo de un completo carácter regional.
La Consejería de Bienestar Social ha destinado 17.000 euros, en este ejercicio presupuestario 2016 a ACMIL, y estudiarán poder ampliar estas subvenciones para los futuros proyectos en los que se encuentra trabajando esta Asociación.
Aurelia Sánchez ha subrayado que el Gobierno regional ha hecho un “esfuerzo muy importante” a la hora de realizar inversiones en obras de mantenimiento de centros propios de atención a personas mayores que se han incrementado un 30% este año, al pasar de 1,1 millones de euros en 2015 a 1,5 millones de euros en 2016, tanto en proyectos de inversión nueva, en mobiliario y enseres, maquinaria y edificios, como en proyectos de inversión de reposición.
La consejera ha recordado que “de forma simultánea está en marcha el Plan de Optimización y Apertura de Centros de Servicios Sociales” del Gobierno regional, que va a dar el uso social más adecuado a más de 100 recursos ya construidos y algunos casos equipados, que se van a abrir escalonadamente a lo largo de la legislatura.
Por su parte, la presidenta de ACMIL durante la reunión ha informado de las actividades de la asociación en sus cuatro años de existencia y de los proyectos e iniciativas futuras para las que buscan la colaboración de la Administración Autonómica.
Programa de autonomía integral
El Gobierno regional, a través de la Dirección Provincial de Bienestar Social en Albacete, apoya a ACMIL en el desarrollo del Programa de autonomía integral de sus usuarios, a través del cual siete profesionales prestan los servicios de psicología, atención social, terapia ocupacional, audición y lenguaje, orientación pedagógica; así como los talleres psicosociales de habilidades sociales, afectividad y sexualidad, inteligencia emocional, manejo de dinero, control del tiempo y autonomía personal.
Los profesionales de ACMIL prestan igualmente un servicio de preparación de oposiciones para sus usuarios y tienen en marcha un programa de transición a la vida adulta, además de un taller de lectura fácil, además de un área de integración en la comunidad, con actividades de sensibilización, de participación en la comunidad a través de la escuela de verano o los talleres de teatro, manualidades y actividades lúdicas.