lo que dejó una capa nada fina de barro sobre las calles y los coches. Una capa de tierra africana que llegó a nuestra ciudad y dejó un importante rastro, no fue la leve tierra que vemos muchas veces en los coches, esta vez la capa era mucho mayor, los coches lo sufrían y en algunos se veía con claridad que no era poca la tierra o arena caída sobre ellos.
Además se notaba en el suelo y las aceras y la calzada también tenían esa capa de tierra que se percibía con total claridad. Esta vez el polvo en suspensión del Sahara se dejó notar y mucha en muchos lugares de España pero en Albacete de forma especial.